Edgard González Suárez
Las palabras, amenazantes, vertidas hace ya más de 15 días por Benjamín Netanyahu en respuesta al asalto al festival de música electrónica en Israel pues dejaron al mundo impávido, dejaron al mundo con un extraño sabor de boca, como si se preparara de un momento a otro una gran invasión y una masacre o un genocidio al pueblo árabe palestino. Sin embargo, la venganza del sionismo israelita parece estar, por lo menos hasta estos momentos, más o menos detenida. Primero por la activación casi inmediata de la diplomacia en la región, y la movilización de la población civil de todos los países de la zona y las movilizaciones populares, de apoyo solidario con el pueblo palestino, dentro de las potencias que de alguna u otra manera han intervenido en los destinos de aquella región. La opinión pública internacional, las movilizaciones populares y la diplomacia comprometida con la zona han logrado evitar esa masacre a pesar de que Israel sigue amenazando y sigue justificando sus acciones militares hasta detener a los cabecillas del movimiento islámico Hamás. Paradójicamente, no olvidemos que fue el propio Netanyahu, el que solicitó y legitimó el financiamiento a Hamás vía Qatar, en 2019, porque en su pragmatismo político, este movimiento socavaría, la ya de por si menguada fuerza de la Autoridad Palestina, en Cisjordania y Gaza. Y además le permitiría controlar el movimiento de equipo militar a la zona, y por esta vía, a los cuadros ejecutivos de Hamás.
Esta venganza, preparada por Israel, tendrá consecuencias inimaginables en el entorno, no solamente del medio oriente, sino también en los países occidentales. Para todos es sabido que el occidente consume gran parte del petróleo que se produce en medio oriente y por lo menos en su primera aparición pública, Irán solícito a la liga árabe un boicot petrolero en contra de Israel. Cuatro días después del 7 de octubre, Blinken visitó la zona, principalmente se comunicó con Netanyahu y los sionistas obligaron a Biden a visitar Israel para tomar acuerdos sobre la Guerra. Biden, quiso disfrazar su visita a la zona, pero en verdad lo único que lo hizo viajar a Medio Oriente era sostener pláticas urgentes con Netanyahu y el comité central del sionismo israelita. Biden se entrevistó con Israel y le manifestó su pleno apoyo y respaldo económico y militar a la lucha, que ellos definen como antiterrorista.
El gobierno sionista de Israel es un gobierno ultraderechista, un gobierno radical y que tiene como misión, desde su fundación, pues la desaparición, no solamente de los palestinos, sino su lucha frontal contra el mundo árabe a los que califica como enemigos. Y sí, son enemigos históricos, son enemigos políticos, son enemigos ideológicos y, por supuesto, son enemigos militares y por lo tanto la propuesta del propio Netanyahu fue pues hacer frente, de manera militar, a los habitantes de Palestina y, particularmente, a el movimiento político-paramilitar de Hamás.
Como en todas las guerras, aparte de los misiles y los movimientos terrestres lo que priva es el modelo de propaganda que unos y otros intentan imponer en toda la opinión pública internacional. Como primer dato, se activaron todas las embajadas de Israel en los distintos países, sobre todo en Latinoamérica, primero para posicionar las acciones de Israel frente a la opinión pública y por otro lado confrontándose seriamente con aquellos gobiernos que no seguían la línea propagandística del centro de comando del gobierno sionista de Israel y bueno eso llevó a Israel a tener varios choques en distintos países, uno de ellos en México por plantear una posición pacifista, pero también, las embajadas de Israel chocaron con España, con Colombia, en algunos otros países más las embajadas empezaron a hacer presión para tratar de modificar la percepción de la población acerca de lo que ellos llaman la guerra en medio oriente. Otro dato curioso, también aquí es el papel de la prensa sometida al sionismo internacional que inmediatamente activó a especialistas en el medio oriente, especialistas de la guerra israelí Palestina, especialistas en historia, especialistas en la defensa del gobierno israelita y nadie o casi nadie o muy pocos daban espacio y daban apertura al punto de vista de los palestinos. El embajador palestino aquí en México y en varios países tuvieron algunos momentos en algunas en algunos medios de comunicación, pero nada que se compare con toda la ofensiva ideológica y propagandística que el Estado de Israel desató en el mundo entero para presentarse como las víctimas. Eso siempre pasa en una guerra pues hay una confrontación militar, una confrontación ideológica y, por supuesto, una confrontación propagandística. Es innegable la superioridad militar del Estado de Israel frente a los palestinos y sobre todo frente al grupo digamos más activo y más radical como lo es Hamás y no hay comparación entre las potencias de fuego de ambos países, por lo tanto es prácticamente, pues de sentido común, pedirle a Israel que si bien tiene derecho a defenderse y los palestinos también tienen derecho a defenderse de la ocupación sionista pues en lugar de dirimirlo a bombazos, intenten involucrar a los verdaderos factores de poder que deciden que deciden el control del medio oriente para tratar de buscar una salida negociada. Desde luego hay 2 caminos: una salida negociada, que implica por demás un consenso internacional, que no respeta y que no ha respetado el gobierno sionista de Israel que es la existencia de 2 estados uno palestino y uno israelita, que esa es la vía digamos de consenso internacional y otra es pues que uno de los bandos supere al otro en fuerza militar y desaparezca o elimine de la faz de la Tierra al otro, y en este sentido, esta es la pista que quiere jugar Benjamín Netanyahu pues él se sabe sobradamente más fuerte, más letal y más eficaz que el pueblo palestino. No hay ningún tipo de pláticas, no hay ningún tipo de negociación, hasta ahorita no se ha producido la invasión, hasta ahorita no se ha podido establecer un marco de negociación, por lo tanto, está latente la vía militar. De hecho, ya está listo el plan de invasión, solamente se están creando las condiciones para hacerlo de la mejor manera, o para tratar de resistir de la mejor manera si esto se sale de control.
