En momentos en que el expresidente Donald Trump encabeza las preferencias de cara a las primarias republicanas de 2024, Germán López advierte en una newsletter en The New York Times que los aspirantes de este partido están convirtiendo a México en el nuevo “enemigo”, uno al que incluso amenazan con el envío de tropas estadounidenses.
“Los funcionarios y votantes republicanos no sólo han expresado críticas a México, sino también una hostilidad abierta contra el vecino del sur de Estados Unidos”, dice López en la newsletter titulada “Un Enemigo en México”.
Varios de los aspirantes, advirtió, han llamado a bombardear México o enviar tropas estadounidenses “tropas allí unilateralmente para detener el tráfico ilegal de drogas, lo que sería un acto de guerra”.
Trump, recordó, preguntó -de acuerdo con exfuncioncionarios de su administración- durante su presidencia a funcionarios de Defensa sobre la posibilidad de atacar con misiles los laboratorios de drogas en México. Pero no es el único. Ron DeSantis ha pedido el uso de la fuerza letal y un bloqueo naval de los puertos mexicanos para detener a los narcotraficantes. Otros candidatos “moderados”, como Tim Scott y Nikki Haley, también han respaldado el uso del ejército contra los cárteles de la droga en México.
“¿Sabes lo que le dices al presidente mexicano? ‘O lo haces tú o lo hacemos nosotros’”, dijo Haley en marzo. “Pero no vamos a permitir que toda esta anarquía siga ocurriendo”.
López señala que a medida que la campaña avance -el 23 de agosto hay un primer debate-, la retórica anti-México podría incrementarse.
Gobernadores republicanos también han mostrado su desprecio por mexicanos y migrantes en general, como muestra el caso del gobernador de Texas, Greg Abbottt, quien no dudó en poner boyas flotantes y policías para impedir que los migrantes entren a Texas.
Se trata, consideró López, de un “auténtico cambio dentro de la política republicana. Durante la mayor parte de las últimas décadas, los republicanos han respaldado el estrechamiento de lazos con México. (El tratado de libre comercio de la década de 1990, el TLCAN, tuvo apoyo bipartidista). Y en los primeros días de la presidencia de Trump, la mayoría de los votantes republicanos dijeron en las encuestas que México era un aliado de Estados Unidos. Ahora, los votantes republicanos están divididos por igual sobre si México es un aliado o un enemigo”.
Fuente: El Universal