Joan es horrible es el nombre del capítulo de estreno de la serie escrita por Charlie Brooker, en la que lo real y lo irreal en la televisión interactúan de manera sorprendente, y como suele ser con esta serie, con reflexiones de lo que somos como sociedad e individuos.
Las protagonistas del capítulo, Salma Hayek (SH) y Annie Murphy (AM), se sinceraron respecto a lo vulnerables que podemos ser las personas cuando estamos expuestos a “la máquina” y a las ideas que otros puedan tener de nuestras personas.
¿Qué sí pueden decir del estreno de temporada, sin spoilers?
SH. Te voy a decir algo que sí se puede decir y que está bien que se arruine la sorpresa: este episodio, el tono del episodio, es completamente diferente a todos los otros episodios de Black Mirror. La gente se va a reír en situaciones tan inesperadas y, bueno, también puedo decir que yo hago el personaje de Salma Hayek. Y que me dio la oportunidad de burlarme de mí misma.
Cualquier fantasía que tengan de mí, ahí la encuentran.
Y tu, Annie, ¿cómo lo explicarías?
AM. Los episodios de Charlie están inmersos en un miedo existencial de esos que te brincan a la cabeza a las tres de la mañana cuando no puedes dormir, y te mantienen despierta; esta historia es una de las más cómicas y ligeras, así que creo que aquellos que han tenido algo de duda sobre si le entran a Black Mirror o no porque es demasiado intenso, creo que este es un muy buen episodio para marcar el tono para el resto de la temporada, en la que lo demás sí se va poniendo más intenso cada vez.
Tienes toda la razón, tenía miedo de que me dejara sin dormir, pero está el tema de esa ilusión paranoide de lo que es ser protagonista de todas las vidas, ¿no?
AM. Cien por ciento. Creo que habla de manera hermosa sobre las constantes inseguridades, pensar de más las cosas y analizarlas hasta el cansancio; esa parte de nosotros que en lo personal a mí me cuesta mucho trabajo apagar, espero que eso haga que la gente se sienta un poco menos sola sabiendo que hay tanta gente en el mismo barco. Lo bueno es que es mucho menos público en la vida real.
Salma, ¿qué tal ver una interpretación de alguien más de ti misma?
SH. Creo que para mí lo más interesante es preguntarme qué tanto se ha apoderado la máquina de mi propia personalidad, de mis gustos, de lo que pienso de otras cosas, sin que yo siquiera lo sepa. Y lo veo en otras personas con quienes es aún peor, porque yo no paso tanto tiempo en la máquina, conozco a personas que sí. Pero cuando empiezas a desaparecer y te conviertes solo en lo que la máquina te influye… qué tanto empezamos a desaparecer, y pensar y ser lo que ellos nos están convirtiendo.
La Inteligencia Artificial ya no es ciencia ficción, en esta historia es de miedo también, ¿no?
SH. Ha cambiado mucho la realidad, de cuando lo filmamos en septiembre a ahorita es todavía más relevante, en cuestión de meses. Y también con las huelgas que están pasando en nuestra industria ahorita; uno de los grandes problemas es la IA, que nos puede quitar el trabajo y crear imágenes de nosotros como actores y hacer películas completas sin que nosotros participemos y hacerlas con nuestras imágenes. ¡La tecnología ya existe!
Fuente: Milenio