El Ministro de Exteriores iraquí, Fuad Husein, anunció este domingo la coordinación con Siria para combatir el narcotráfico, un anuncio que se produce durante la primera visita a Bagdad del jefe de la diplomacia sirio, Faisal al Miqdad, después del regreso de Siria a la Liga Árabe tras doce años de suspensión.
“Hay coordinación y colaboración conjunta con la parte siria para combatir el narcotráfico y se espera trabajar también con los países vecinos en este sentido”, indicó en una rueda de prensa el ministro de exteriores iraquí con su homólogo sirio.
Recalcó, por otra parte, que Irak adopta una postura “firme” en apoyo al pueblo sirio porque la situación humanitaria en el país es “muy difícil”, por lo que se requiere “una movilización regional e internacional ante la situación en Siria”.
En esta línea, aseveró que la próxima fase de colaboración entre ambos países tratará de hacer llegar más ayuda humanitaria a Siria.
Por su parte, Al Miqdad afirmó que Bagdad y Damasco “tienen una postura unificada ante los retos actuales” y confirmó que trabajarán por “combatir el terrorismo y aniquilar el peligro del narcotráfico”.
De esta forma, ambos ponen el foco en acabar con el tráfico del estimulante sintético captagón, producido principalmente en Siria, donde se ha convertido en un negocio multimillonario que supuestamente reporta grandes beneficios al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, y que los países árabes utilizan ahora como ficha de negociación en su reconciliación con Damasco.
La principal víctima del “captagón” sirio es la rica y conservadora Arabia Saudí, país que castiga hasta con la pena capital a los condenados por narcotráfico, y que anuncia casi a diario haber abortado intentos de introducir grandes cantidades de estas pastillas al país, como hace dos semanas cuando localizó medio millón de unidades en el puerto.
Este encuentro entre ambos mandatarios para definir su colaboración en la lucha contra el narcotráfico se enmarca en la primera visita que realiza Al Miqdad a Irak desde que Siria fue readmitida en el seno de la Liga Árabe a principios de mayo.
Bagdad, que se ha erigido en los últimos años como uno de los países mediadores entre sus vecinos de Oriente Medio, estuvo pujando con vehemencia para el retorno de Siria al organismo panárabe y para una reconciliación entre la región y el gobierno del presidente sirio Bachar al Asad.
De hecho, el pasado 27 de mayo el ministro de Transporte sirio, Zouhair Khzeim, ya acudió a la capital iraquí en el marco de una conferencia de desarrollo económico.
La Liga Árabe levantó hace tres semanas la suspensión impuesta a Siria en 2011 debido a la represión con la que Damasco respondió a las revueltas populares iniciadas aquel año en su contra, y anunció el compromiso de luchar contra el narcotráfico y el terrorismo en Siria de forma conjunta.
Poco después del anuncio, Al Asad tomó parte en una cumbre de jefes de Estado de la entidad panárabe en Yeda, en el oeste de Arabia Saudí, marcando su regreso a la arena política de Oriente Medio tras casi doce años de repudio.
Fuente: Milenio