Los economistas están cada vez más preocupados de que Estados Unidos genere nuevas turbulencias en las próximas semanas cuando alcance su techo de deuda y no sea capaz de pagar todas sus facturas.
En caso de no aumentar el techo de deuda, el gobierno federal de EU se enfrentará a varias opciones desagradables, que van desde retrasar los pagos a los contratistas, beneficiarios de la seguridad social, proveedores o agencias de Medicare, hasta el incumplimiento de pagos de la deuda pública estadunidense. También puede seguir adelante con los programas de gasto sin respetar el techo.
En cualquiera de estos escenarios, los analistas creen que será difícil evitar una crisis política, financiera y económica.
Aunque las disputas en el Congreso son las más graves desde hace al menos una década, Mohamed El-Erian, presidente del Queens’ College de la Universidad de Cambridge, dijo que la expectativa todavía es que se alcance un acuerdo de última hora entre demócratas y republicanos. Si no se logra, “debemos esperar otra capa de volatilidad financiera en un sistema que ya perdió muchos de sus anclajes”.
“Se producirá en un momento en que el sistema mundial se enfrenta a vientos en contra en materia de crecimiento e inflación, y también está ansioso por contener los temblores bancarios a un sector concreto del sistema estadunidense”, añadió Nathan Sheets, responsable global de economía internacional de Citigroup y antiguo funcionario del Tesoro de EU, dijo: “Amplifica todas las demás preocupaciones que tiene la gente”.
Se producirá un “efecto multiplicador con el techo de la deuda, en el que la gente se encuentre un poco más nerviosa por este tipo de riesgo sistémico”.
Fuente: Milenio
