Con la finalidad de prevenir y salvaguardar posibles afectaciones a los derechos de los consumidores y de combatir prácticas comerciales abusivas, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) asesora a las personas consumidoras, recibiendo y gestionando sus quejas, vinculadas al consumo y sus denuncias en materia de publicidad.
También es responsable de monitorear la publicidad en medios masivos de comunicación, de registrar los números telefónicos para evitar llamadas publicitarias no deseadas, supervisar los procedimientos de conciliación, registrar o cancelar los contratos de adhesión y registrar y refrendar las casas de empeño.
Además está facultada para iniciar procedimientos por infracciones a la Ley en materia de servicios, ya sea de oficio o a través de una denuncia por publicidad, de fungir como árbitro entre el consumidor-proveedor y de emitir un dictamen.
Es por esto que la institución, para la edición de mayo de la Revista del Consumidor, informó que cinco diferentes refrescos que se venden en el país pueden salir del mercado por publicidad engañosa, engañar al consumidor con lo que contienen, no poder comprobar lo que dice su etiqueta, entre otras cuestiones.
Y es que la Profeco realizó un estudio a 46 distintos refrescos, de los cuales, algunos saldrán del mercado si no se realizan los cambios necesarios para cumplir con los consumidores.
Entre los refrescos que la institución calificó, 22 tienen combinación de jarabe de maíz de alta fructuosa con edulcorantes no calóricos, ocho solo tienen azúcares, 15 no tienen calorías y uno es bajo en calorías.
Los refrescos que informó la Profeco, podrían salir del mercado, son:
– La Croix: sus indicaciones están en inglés y para poder venderse en el mercado mexicano también deben incluirlas en español.
– Sisi: porque contiene un edulcorante calórico y no detalla en su etiqueta cuánto de este producto contiene, aunque están obligados a hacerlo.
– Ameyal de Mundet: porque en su etiqueta anuncia frutas, en específico una fresa y un kiwi, pero el resultado del estudio arrojó que no contiene fruta, por lo que es un engaño al consumidor.
– Sidral Aga: porque marca en la etiqueta que está elaborado con 20 por ciento jugo concentrado de manzana, pero que en el análisis de la procuraduría se llegó a la conclusión de que solo tiene uno por ciento.
– Jarritos: pues en sus etiquetas dice que “Qué buenos son”, pero, según Ricardo Sheffield, titular de la Profeco, deben demostrar al consumidor “¿Para qué son buenos?”, o retirar la frase de sus etiquetas para poder seguir en el mercado.
Aunque la mayoría de los productos cumplen con todos los requerimientos solicitados, el procurador del Consumidor, Ricardo Sheffield Padilla, recomienda que los menores de edad los consuman en algunas ocasiones como en fiestas, ya que tienen edulcorantes calóricos que no son recomendados para su edad.
Fuente: Infobae