Jesús Utrilla / NV Noticias
La joven Larisa Santiago, pidió que se investigue a una veterinaria ubicada en la colonia Manuel Nieto, en la calle del mismo nombre, pues presuntamente le practicaron a su gato una mala esterilización que acabó con su vida.
Explicó que le intervinieron los conductos inadecuados por lo que su cuerpo se contaminó y a las dos semanas de la cirugía el animalito falleció.
La cirugía fue el 6 de abril, cuando recibió a su mascota se encontraba débil y supuso que se trataba de los efectos de la anestesia y dolor, sin embargo, no se repuso y no comió.
“Pensé que era lo normal por el dolor pero días posteriores no se recuperó, no se paró, no comió, no tomaba agua ni podía hacer sus necesidades. Fuimos varias veces con el veterinario y dijo que era normal porque los gatos eran sensibles al dolor y no quiso darle medicina para el dolor”.
Trató de alimentar a la gatita pero su organismo lo rechazó. La regresó a la veterinaria y la internaron pero cuando volvió por ella el animalito estaba inflado del estómago.
Le dijeron que había sangre por un derrame pero la propietaria prefirió cambiar de médico. Los estudios demostraron que estaba llena de orina. El diagnóstico también fue falla renal.
La dializaron para poderla operar. Cuando la abrieron se percataron que el primer doctor al realizar la esterilización le generaron una hemorragia y en lugar de suturar donde debía lo hizo en los conductos de los riñones a la vejiga y en por ello el interior se llenó de orina.
“No sobrevivió, ya no era suficiente tiempo y no había tecnología. En unas horas tengo que ir a recoger las cenizas de mi gato. Tenía siete meses. Por motivos legales no puedo mencionar el nombre de la veterinaria pero está en la avenida Manuel Nieto”.