Mariana Rodríguez Cantú, titular de la oficina AMAR a Nuevo León, negó haber pasado por depresión posparto, pero reconoció que aún “no canta victoria” y reveló que la primera semana con su hija Mariel en casa fue la más difícil.
A través de historias en Instagram abordó el tema ante las preguntas de varias de sus seguidoras y relató que lloraba sin saber por qué y hubo momentos que se sintió sola a pesar que recibió la visita de familiares.
“No me dio depresión posparto, pero en la primera semana fue todo un reto porque lloraba y lloraba y no entendía por qué. Me acuerdo que el domingo que llegué a la casa estaban las dos familias, la de Samuel y la mía, se fueron y me sentí muy sola”, mencionó.
La siguiente semana otro reto que enfrentó Mariana fue el ver que su esposo Samuel García retomó sus actividades como gobernador de Nuevo León.
“Luego una semana después Samuel se fue al estadio y empecé a llorar como loca porque sentía que él estaba volviendo a su vida y yo estaba atrapada y después ya, me duró una semana esa lloradera, pero creo que fue más un ajuste hormonal que depresión porque salí rápido de eso”, dijo.
Mariana Rodríguez señaló que con la ayuda de vitaminas logró controlarlo.
“Una vitamina que estaba tomando en el embarazo, me dieron una dosis más alta y con eso tuve. Es un momento difícil porque es un shock de muchos pensamientos de cuándo voy a volver a mi vida, los hombres regresan a su vida muy rápido, yo tenía mucha actividad y de repente quédate en tu casa 40 días…. Ahorita estoy tranquila porque sé que pronto pasará la cuarentena”, señaló.
Fuente: Milenio