Cuatro largadas, tres banderas rojas y un final que bien puede marcar un precedente en la historia de la Fórmula 1. Nadie se imaginaba que todo esto iba a pasar en el Gran Premio de Australia, pero así sucedió: la carrera terminó por detrás del safety car, justo lo que se quería evitar y que se ha criticado en años anteriores.
Sergio Pérez terminó quinto en una polémica carrera que puso punto final a un fin de semana desastroso, si bien estaba en sexto lugar, salió beneficiado por una sanción sobre Carlos Sainz Jr, quien en la penúltima relanzada, tocó a Fernando Alonso. Max Verstappen ganó la carrera, seguido por Lewis Hamilton y Alonso, que consiguió su tercer podio consecutivo.
Una carrera emocionante y que aún generó mucho descontento por el final. Retrasos de media hora, con un inicio y unos momentos finales que generaron drama, pero el cierre sí dejará mucho de qué hablar en el futuro.
Con este resultado, Checo conserva el segundo lugar del campeonato de pilotos, lo cual será bueno aún para sus aspiraciones de ser campeón mundial de Fórmula 1.
Fuente: Milenio
