Edgard González Suárez
Aún no habíamos terminado la frase “el año entrante será un año intensísimo”, cuando los eventos políticos de la semana pasada arremetieron e hicieron tronar el tablero de la política estatal y nacional.
En el inicio de la semana la llegada de los jefes de gobierno de los EEUU, Joe Biden de Canadá, Justin Trudeau, y Andrés Manuel López Obrador, de México, dieron un giro de tuerca a la política nacional, no solo por lo visto y reportado a través de los medios de comunicación, sino por lo no visto, y que fue motivo de especulaciones y recreaciones de la derecha y de la izquierda.
El protocolo se vio destacado por la llegada por el avión presidencial del presidente de los EEUU, al aeropuerto del AIFA, lo mismo que el avión que transportaba al primer ministro de Canadá. Con ello, la 4T partió por el eje todo el discurso descalificador que la derecha mediática había recetado al Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”, meses anteriores, incluso después de su inauguración.
La derecha conservadora anidada en los medios de comunicación se dedicó durante meses a burlarse, descalificar e inventar historias alrededor del AIFA con el solo propósito de sabotearlo, y llenar de dudas y desconcierto a la población sobre esa obra de infraestructura que la 4T ha realizado y puesto en marcha.
Con el clasismo que la caracteriza, la derecha partidaria y opositora bautizó al AIFA con la “central avionera”, en boca de su cuadro más inteligente y brillante en los medios de comunicación, Carlos Alazraky. Pero habría que decir que en el AIFA han aterrizado, además de Joe Biden, Trudeau, Gabriel Boric de Chile, aterriza con regularidad la compañía estafeta, FedEX, Mercado Libre, Viva-Aerobús, Conviasa, Capa Airlines (panamá), Arajet (República Dominicana) Volaris y Aeroméxico, y para diciembre de 2022, habían aterrizado en el AIFA más de medio millón de pasajeros nacionales e internacionales.
Los destinos nacionales y de conexión internacional y que operan de forma regular desde el AIFA son Mérida, Cancún, Puerto Vallarta, Acapulco, Monterrey, Oaxaca, Guadalajara, y Veracruz.
Pues con todo esto, el tema había sido objeto de ataques despiadados y cotidianos, hasta que el ONE FORCE ONE, aterrizó en el AIFA e hizo saltar por los aires el discurso descalificador de la oposición.
En el contenido, no hubo “acuerdos”, fue una visita para la “foto”, ya hemos visto que a la oposición nada les embona, están como la gata de la tía flora. La semana pasada la 4T arrastró a todos, a crédulos e incrédulos, no solo celebrando la X Cumbre de América del Norte, pero la oposición se dedicó a recrear y a inventar mensajes.
Los EEUU vinieron a regañar a López Obrador; Canadá vino a poner en su lugar a López Obrador por las amenazas a las minas canadienses; Biden vino a cobrar su visita, solo venía a México si capturaban a Ovidio Guzmán; en corto, Canadá y los EEUU exigieron a López obrador que se aleje de China y de Rusia o sufrirá las consecuencias. La oposición no sabe leer los acontecimientos, y si los sabe leer, cuando no le convienen, se inventa otros acontecimientos para forjar una serie de mentiras y estupideces que por desgracia hacen eco en los sectores más desinformados y en todos aquellos repetidores y repartidores de odio hacia López Obrador y la 4T.
La Cumbre de los países de América del Norte es el mecanismo regional e internacional más importante del mundo, y México volvió a ser la sede después de 10 años. Y el centro de la reunión fue la cooperación binacional y trinacional en varios temas de interés estratégico para la región. Entre ellos, la migración, la seguridad, el narcotráfico de estupefacientes, el medio ambiente, la cooperación económica, y la movilidad laboral.
Quienes saben de esto, saben que la Cumbre es el formato, los acuerdos y las negociaciones se dan meses y semanas atrás, y por los efectos y los resultados, todo indica que la Cumbre fue satisfactoria para todos los involucrados.
Cuando la oposición se dedicó a señalar que la 4T iba hacia el comunismo, se aliaba peligrosamente con Cuba y Venezuela, y que dentro de 10 años México sería una gran bodega China. López Obrador los vuelve a dejar colgados de la brocha, y demuestra que los EEUU y Canadá tienen sus intereses y que México tiene los propios. Pero que no es peleando sino cooperando como se puede alcanzar el desarrollo de toda la región.
Mala semana para la oposición.
