Tras la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente de Brasil, Andrés Manuel López Obrador consideró este lunes que los gobiernos de México y Brasil tienen plenas coincidencias en que la lucha debe ser por reducir la desigualdad y privilegiar la justicia.
En conferencia de prensa desde Palacio Nacional, el mandatario federal manifestó estar muy contento por la tercera presidencia de Lula da Silva pues tuvo que enfrentar al aparato gubernamental y de privilegios en Brasil que trataron de impedir que buscara la Presidencia de su país.
“Estamos muy contentos con la llegada del presidente Lula, fue pues todo un acontecimiento porque es el regreso de un proyecto popular no oligárquico y el presidente Lula enfrentó una embestida muy fuerte que lo llevó injustamente a la cárcel y él resistió y salió de prisión para volver a gobernar Brasil.
“Ese gobierno va luchar por la igualdad, la justicia, también en situaciones complejas, pero el presidente Lula tiene mucho oficio político, es un hombre muy experimentado, va a tener una oposición beligerante, ya desde ayer le pusieron la banda representantes del pueblo, yo creo que es más simbólico, más importante porque el señor Bolsonaro decidir viajar en la víspera a Estados Unidos y tampoco para nosotros el señor Bolsonaro significó un adversario, mucho menos un enemigo”, señaló.
A la ceremonia de investidura acudió la escritora Beatriz Gutiérrez Muller en representación de López Obrador, a quien el presidente Lula manifestó su deseo por viajar pronto a México en visita oficial.
“Hay una relación de amistad, me informó que el presidente Lula le comentó que quiere venir, que va a venir pronto, que tiene muchos deseos de estar en nuestro país y que ella le transmitió que siempre será bienvenido en nuestro país”, dijo López Obrador.
Ayer, Luiz Inácio Lula da Silva juró como presidente de Brasil por tercera ocasión y calificó ese hecho como una “victoria de la democracia” que le permitió ganar las elecciones de octubre a pesar de las “amenazas” de la ultraderecha que aún no acepta su triunfo.
En su discurso como jefe del Estado brasileño, Lula da Silva prometió “rescatar” del hambre a 33 millones de personas y de la pobreza, a 100 millones de personas, casi la mitad de la población del país.
Fuente: Forbes