Pese al llamado del gobierno de Perú a que ya no hable de la situación en ese país, el presidente Andrés Manuel López Obrador insistió en sus señalamientos de que la deposición de Pedro Castillo fue un golpe de Estado de parte de la oligarquía.
En su conferencia matutina hoy desde Chetumal, el mandatario afirmó que lo ocurrido en el territorio peruano fue una acción de los integrantes del conservadurismo, quienes además son clasistas y racistas.
Agregó que el pueblo peruano no está de acuerdo con el nuevo gobierno y debería haber la convocatoria a nuevas elecciones generales.
“Ojalá intervengan y resuelvan mediante el diálogo con el método democrático, la mayoría de la gente de Perú no quiere al actual Congreso, a menos que yo no tenga la información correcta”, mencionó López Obrador.
Previamente, el titular del Ejecutivo mexicano indicó que Lilia Paredes, la esposa del expresidente peruano Pedro Castillo, ya está en México junto con sus hijos Arnold y Alondra, y serán protegidos.
“Ayer llegaron, ya están con nosotros, y son bienvenidos a México, y aquí los vamos a cuidar y los vamos a proteger, y es hacer valer el derecho de asilo”, expuso el mandatario.
En la víspera, el primer ministro peruano, Alberto Otárola, pidió al presidente mexicano que “pare de referirse a Perú”, horas después de que López Obrador dijera que el Ejecutivo del país andino es “muy cuestionado” por “optar por la represión”.
Fuente: Infobae
