Nada de lo que pasó el 6 de enero de 2021 hubiera sucedido sin Donald Trump, afirma el comité legislativo que investiga esos hechos y que en vísperas de publicar el miércoles su informe final ha dejado claro que el expresidente debería ser procesado, estrechando así el círculo judicial en su contra.
Al exmandatario republicano se le ve culpable de cuatro delitos: incitación a la insurrección, obstrucción de un procedimiento oficial del Congreso, intento de fraude a Estados Unidos y conspiración para presentar falsos testimonios electorales al Congreso y los Archivos Nacionales.
Sus recomendaciones al Departamento de Justicia no son vinculantes. El comité no tiene potestad para imputar y el Departamento de Justicia ya lleva a cabo su propia investigación, pero su acusación tiene una importante carga simbólica, porque es la primera vez que un comité parlamentario sugiere hacer responsable penalmente a un expresidente.
“Las recomendaciones también tienen relevancia para la opinión pública. Es algo inmenso que un comité legislativo acuse formalmente a un expresidente de cometer delitos, especialmente cuando ese comité incluye a miembros de su partido político”, explica a EFE Rick Hasen, profesor de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Universidad de California Los Ángeles (UCLA).
El comité, formado en julio de 2021, está integrado por siete legisladores demócratas y otros dos republicanos: Liz Cheney y Adam Kinzinger.
El Departamento de Justicia no está forzado a contestar y al estar investigando ya lo sucedido el principal beneficio de las conclusiones aportadas es que faciliten pruebas que podrían resultar útiles para un eventual procesamiento.
Pruebas, según añade Rick Pildes, profesor de Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho de Nueva York, que el Departamento de Justicia no haya obtenido a través de sus propias pesquisas. Desde ese departamento declinaron hacer comentarios a EFE.
Fuente: Forbes