Especialistas en microbiología, anestesiología e infectología coincidieron en que el hongo fusarium solani, causante del brote de meningitis en Durango, de acuerdo con la Secretaría de Salud, podría haber contaminado el medicamento de uso anestésico durante su preparación en el laboratorio por malas prácticas de origen o porque se trató de un fármaco “pirata”.
Las autoridades sanitarias no descartan dicha hipótesis, pero han indicado que no han “encontrado irregularidades críticas” en cuanto a los proveedores o el fabricante, y que investigan los “errores de práctica” y “fallas críticas” en la aplicación del medicamento, que derivó en la clausura de cuatro hospitales privados en Durango.
La comisionada de Operación Sanitaria de la Cofepris, Bertha Alcalde Luján, informó el 30 de noviembre que realizan análisis de la trazabilidad de los medicamentos, es decir, detectar a qué proveedor le compraron los hospitales y el fabricante. Hasta esa fecha no habían encontrado “irregularidades críticas”.
José Luis Sánchez Salas, doctor en Ciencias con especialidad en Microbiología, de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), afirmó que han ocurrido accidentes similares en otras partes del mundo, y en esos casos la literatura médica internacional ha concluido que el medicamento fue el causante.
“Ahí el problema, casi estoy seguro, fue de control de calidad en la preparación de reactivos. No fue problema del anestesiólogo o del hospital, ni siquiera de los que compran producto”, expuso en entrevista.
Fuente: El Universal