Por Edgard González Suárez
Los europeones, es decir, los países europeos que están bajo la bota militar-industrial de los Estados Unidos, cantan al son que el pentágono les indica con tal de mantener sus privilegios o lo que ellos llaman pomposamente su “calidad de vida” suntuosa o sin premuras económicas.
En el bando de la extrema derecha tenemos a Úrsula Von Der Leyer, alemana y actual ministra de la Comunidad Europea, ha sostenido siempre y en todo momento un discurso de confrontación contra la federación rusa, a quien acusa, siempre, de ser la causante del desastre energético que hoy vive Europa. No, no son las absurdas sanciones económicas a Rusia, no son sus errores al bloquear divisas y propiedades de los rusos, no son sus intentos por descarrilar la economía rusa, no son las presiones y amenazas a los países europeones más débiles, no, es la operación militar rusa en Ucrania lo que tiene a los europillos al borde de la quiebra.
Joseph Borrell, catalán, de origen español, y ministro de asuntos exteriores de la comunidad europea ha protagonizado uno de los ridículos más espantosos en la diplomacia internacional. Sera cuestión de días que deje el cargo, por inepto y echarse al mundo encima- No solo ha adoptado el discurso guerrerista y violento en contra de Rusia, sino que recientemente adopto de plano el discurso clasista, racista y discriminador de los europillos, del conglomerado colonial industrial europeo. Con su habitual y amenazante tono belicista, ha apostado por las sanciones, por el aislamiento y el descredito de la federación rusa en Europa y en el mundo. El “jardín” europeo con el que siempre soñó Borrell ahora es una jungla tropical con miles decenas de miles de españoles, franceses, alemanes italianos y británicos marchando en contra de la estúpida gestión de la crisis ucraniana por parte de Europa.
Jens Stontelberg, secretario general de la OTAN, noruego, un neoliberal de pura cepa, que incluso recibió duras críticas dentro de su partido y dentro de noruega al apostar, como buen neoliberal por la venta de empresas estatales noruegas a los corporativos británico-americanos, qué devolviéndole el favor, lo apoyaron para dirigir la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Y cada vez que puede amenaza a Rusia con intervenir en el conflicto en la defensa de los intereses europeos. En los últimos días ha dado sendos titulares al mundo occidental, “algún día Ucrania será miembro de la OTAN”, y “la OTAN tiene indicios de que Irán suministra drones a Rusia”.
Estos son los Europeones defensores de los europillos -las empresas y corporativos transnacionales- que se metieron de cabeza en contra de la federación rusa, y que hoy, ante la evidente crisis de legitimidad de sus lideres en Europa, empiezan a sentir el efecto bumerang de su política de sanciones, dictada por los EEUU.
La crisis de la guerra ucraniana ha reportado en Europa una inflación que ha pegado de manera diferente a los países de la eurozona, índices que van desde la inflación del 6% de Francia, 8% de Alemania, 11% de España y 15% de Grecia o Lituania. Aunado a los índices inflacionarios; la escases, de gas, gasolina, y petróleo, amenazan a Europa con cada vez más movilizaciones, marchas de protesta, represión y huelgas por sector.
Y por si esto fuera poco, la disyuntiva parece indescriptible, o derrotan en toda la línea a la Federación Rusa -cosa que se ve improbable- o la extensión de la guerra llevará a Europa, no sólo a sufrir el desastre de un invierno sin energéticos, sino las industrias estratégicas y más importantes semiparalizadas, como la automotriz, la aviación, los fertilizantes, los productos químicos, la agroindustria, entre otros.
No se ve un fin a la guerra, los británicos y americanos se comprometieron hasta el fondo con ayudas multimillonarias en efectivo y material bélico con Ucrania, pero la federación no solo ha resistido, a mantenido los territorios anexados bajo su poder, desarrolló su operativo bélico, ha infringido estratégicos daños a la infraestructura ucraniana, a generalizado la idea de que el régimen de ucrania no puede detener a la federación, ha podido mantener en pie la idea de que el régimen ucraniano es financiado y apoyado militarmente por los EEUU, lo que ha la larga implicará una dura hipoteca y dependencia de los norteamericanos.
Los europeones pierden consenso, pierden legitimidad, y pierden aliados, o van al fondo hasta sus últimas consecuencias, o inician de inmediato un plan de negociaciones de paz entre los contendientes. Mientras tanto, todo indica que la guerra durará hasta después del invierno europeo. Hoy se cumplen exactamente 8 meses de haber iniciado el conflicto, es muy probable, sí no hay tregua, que la Guerra llegue al año, y vamos a ver como llegan los beligerantes.