Y sigue siendo el Rey, el mejor libra por libra. Saul Álvarez consiguió el triunfo de manera merecida. Peleó como sabe, esa peculiar forma de atacar y defender tan característica. La victoria sobre el kazajo Gennady Golovkin fue merecida.
Los jueces decidieron darle el triunfo por decisión unánime. Si bien es cierto que el KO quedará como esa asignatura pendiente, lo cierto es que esta batalla de Álvarez Barragán simplemente viene a reafirmar la grandeza como pugilista. Leyenda viviente.
Con la victoria sobre ‘GGG’, el de Guadalajara, Jalisco retuvo los cuarto cinturones. La derrota contra Dmitri Bivol es mera anécdota ya.
“He pasado momentos muy difíciles en mi vida. Creo que voy a tener que hacerme cirugía en la mano, pero hay que seguir para adelante. Era importante ganar por mi legado, por mi familia y por la afición. ¡Viva México, cab…”, tiró Saul, con una corona sobre la testa, a su público.
Por lo pronto el Campeón tendrá que descansar y someterse una cirugía para corregir un problema en una mano. El futuro puede esperar.
La T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada fue una sucursal más de México. Aunque Golovkin no estuvo del todo sólo en el recinto al parecer varios grupos de paisanos suyos, la realidad es que el grueso del respetable gritaba en español y gritó a todo pulmón el triunfo de Canelo.
Saul salió como adelantó en la víspera, con esa intención de acabar antes del duodécimo asalto; sin embargo no logró el cometido de acabar antes mientras que Gennady dio muestras reacción hasta la parte final del combate, cuando el Margen de error ya era casi mínimo.
Saul Álvarez demostró nuevamente porque es el mejor libra por libra. Un boxeador que sigue haciendo grande su leyenda, aunque aún tenga detractores que le siguen buscando ‘peros’ a cada uno de sus logros.
Qué importa. El Rey de las 168 libras hace oídos airosos de lo más alto.
Fuente: Milenio
