Para Benjamín Torres-Barrón, elegido recientemente miembro de la junta directiva mundial de la Asociación de Negociadores Internacionales de Energía (AIEN, por su sigla en inglés), existe una una dicotomía interesante porque por un lado hay una industria de petróleo con altos precios y gran demanda porque es rentable, y por otro, las empresas han asumido compromisos para su descarbonización, es decir, rumbo a una transición energética.
“Me parece que este es un cambio muy importante que se ve reflejado en instituciones”, dijo Torres-Barrón, quien también es socio líder del Grupo de Práctica de Energía, Minería e Infraestructura en Baker McKenzie México, tal es el caso del AIEN que antes era Asociación de Negociadores Internacionales del Petróleo (AIPN) y cambió su nombre, pero no es la única, hay muchas empresas que están transformando.
“Está cambiando la definición y el perfil de las empresas en su manera más intrínseca, en su manera mas pura y entonces creo que vamos a ver una industria petrolera diversificada, compuesta por diversas avenidas y elementos donde a la vez aunque están produciendo más hidrocarburo, más petróleo y están este generando altos altos rendimientos, tienen mucha presión de sus consejos para cumplir con las políticas de ESG (criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo), (…) y para cumplir con estas efectos de reducir su huella de carbono”, comentó.
Torres-Barrón, quien es el único mexicano en estos momentos como miembro de la junta directiva de la AIEN, resaltó que esta transición energética de las empresas se dice fácil, pero comprometerte a 2050 a ser neutro en emisiones es un arduo trabajo.
“Algunas de ellas su transformación ha sido tan profunda que han cambiado su consejo de administración como es el caso de Exxon para tener una alineación hacia la transición energética, (…) creo que es uno de los temas más importantes que estamos viendo en el mundo, y también le toca la industria petrolera estatal y no hablo solamente de Pemex”, consideró.
Torres-Barrón destacó que justo el enfoque de la AIEN es la transición energética, trabajo en el que participará durante un año, con miras de extender su estadía en la junta directiva, para que todas las petroleras incluyendo a Pemex, vayan en un camino de transformación, para entender y acompañar más a sus proyectos de hidrocarburos, para reducir más la huella de carbono y que evolucionen, amplíen su alcance o su gama de productos y de servicios para incluir temas que incluyen temas de sustentabilidad y transición energética.
Entre las metas del socio líder de Baker McKenzie está crecer el número de socios de la AIEN de 2,000 a 3,000, así como la realización de eventos internacionales para que las empresas puedan hacer networking, expresen sus necesidades y hasta negocien.
La AIEN organiza diversos eventos a lo largo del distintos capítulos que tienen en todo el mundo: en Europa, Latinoamérica y Asia.
Fuente: Forbes
