Miles de bomberos luchan contra los incendios forestales que se han desatado en Portugal, España y el suroeste de Francia, en medio de una ola de calor que no da señales de ceder.
En el norte de Portugal, un piloto murió cuando su avión cisterna, un anfibio Fire Boss, se estrelló en el área de Foz Coa, cerca de la frontera con España.
Los incendios están devastando áreas de la región francesa de Gironda, en donde más de 12.000 personas han sido evacuadas.
En el sur de España, cerca de la Costa del Sol, unas 2 mil 300 personas tuvieron que huir de un incendio forestal que se extendía por las colinas de Mijas, en la provincia de Málaga.
Los turistas en la playa de Torremolinos vieron grandes columnas de humo que se elevaban en las colinas, donde varias aeronaves se movilizaron para apagar el incendio.
Una residente describió los incendios forestales cerca de la costa suroeste de Francia como “postapocalípticos”.
“Nunca había visto algo así”, le dijo a la agencia de noticias AFP, Karyn, que vive cerca de Teste-de-Buch.
El incendio allí y otro al sur de Burdeos han arrasado con casi 10 mil hectáreas. Unos 3 mil bomberos están combatiendo las llamas.
Desde el martes, las temperaturas se han disparado a 47°C en Portugal y por encima de los 40°C en España, dejando el campo completamente seco y ayudando a la propagación de los incendios.
Más de 300 personas han muerto por el calor en ambos países, informó la agencia de noticias española Efe.
Los focos de incendios de Portugal están en el noreste de la ciudad de Oporto.
Fuente: El Universal
