Los cubanos recordarán mañana el primer aniversario de las mayores manifestaciones antigubernamentales registradas en la isla en medio siglo, entre los sentimientos encontrados de quienes mantienen su apuesta por el socialismo contra viento y marea, los que están apabullados por los cortes diarios de electricidad y la falta de alimentos, y aquellos que abogan por cambiar de rumbo.
El doctor en Pediatría Edel Mariño Corso describió así parte de lo vivido aquel 11 de julio de 2021 en la localidad occidental de Cárdenas: “Viajé al hospital con un joven con cuadro respiratorio peligroso y parecía imposible entrarlo por la cantidad de personas que corrían, entraban y salían de ese local; finalmente lo logré, y al poco rato una turba apedreó Pediatría y la sala de Gastroenterología, donde había solo niños ingresados”.
La opinión de Mariño Corso es una de varias reproducidas hoy por el diario Juventud Rebelde desde cuatro de las más de 30 localidades en las que el 11 y 12 de julio pasado ocurrieron enfrentamientos callejeros entre partidarios y contrarios al gobierno, con asaltos a comercios y unidades móviles de la policía, y el saldo de un muerto, decenas de heridos y cerca de mil detenidos.
Todo ocurrió cuando el covid-19 parecía incontenible, Estados Unidos acentuaba su política de presión y arreciaba la crisis económica. Y comenzó en la mañana de aquel 11 de julio en San Antonio de los Baños, localidad de 46 mil habitantes situada al suroeste de La Habana, acción que fue reproducida casi en tiempo real en las redes sociales y que en cuestión de horas se multiplicó por todo el país.
“En San Antonio estábamos hasta los cojones de apagones todas las madrugadas durante una semana seguida, casi no entraban alimentos y la gente se tiró pa’ la calle a pedirle soluciones al gobierno (local), pero aquello se transformó en política cuando se sumaron los contrarrevolucionarios y comenzaron a gritar Libertad”, relató a MILENIO Pedro P.
En ese contexto, el presidente Miguel Díaz-Canel se presentó en el lugar y a la tarde llamó por televisión a defender la revolución en las calles y distinguió entre las “demandas legítimas” de algunos manifestantes y las “acciones vandálicas” que de inmediato reventaron por todas partes.
Golpe de Estado y más sanciones de EU
El primer aniversario mañana de estos acontecimientos ha vuelto a enredar a Washington y La Habana en un enfrentamiento que parece interminable de retórica y sanciones.
La administración del presidente Joe Biden acaba de anunciar que prohibirá la entrada a su país de 28 funcionarios cubanos implicados, dijo, “en la represión de las protestas pacíficas del 11 de julio de 2021”, sanción que el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez consideró una reacción de fracaso de su política de hostilidad.
Hace pocas semanas, Washington prohibió también la entrada al país de cinco jueces cubanos a los que acusa de malas prácticas en los juicios que se desencadenaron luego del 11 y 12 de julio pasado. Por su parte, Díaz-Canel llamó a los cubanos a festejar el fracaso de un intento de golpe de Estado.
“El socialismo nos salvó ante la pandemia (de covid-19), el socialismo venció el intento de golpe vandálico, y lo que realmente nosotros vamos a festejar como un primer aniversario del 11 de julio, es que el pueblo cubano y la revolución cubana desmontaron un golpe de Estado vandálico”, dijo el mandatario.
Barrios marginales
Tras las manifestaciones, el gobierno cubano inició un plan de emergencia en varios marginales de todo el país con el propósito de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, muchos de los cuales, según testimonios, se sumaron a las protestas, como ocurrió en la barriada habanera de La Güinera, la única localidad en la que se registró un protestante muerto a tiros.
Esas acciones se han incorporado a las prioridades de las reformas económicas que vive el país, involucran a los ministerios con más recursos e incluyen la participación de los habitantes en la reconstrucción de esos lugares, pero aun así “se mantienen latentes en Cuba las condiciones de penuria que condicionaron las explosiones del 11 y 12 de julio” en el decir de expertos.
Fuente: Milenio
