Quince años después de su primera experiencia con el beisbol que se practica en Japón, el lanzador mexicano, Roberto Osuna, arrancará una nueva aventura profesional con el equipo Chiba Lotte Marines, novena en la que fue presentado oficialmente y en la que portará el número 42 en su franela.
“Estoy listo. Daré lo mejor de mí para contribuir a la victoria del equipo. He visto béisbol japonés en el video y tengo la impresión de que es un nivel muy alto“, compartió el especialista en cerrar juegos durante su primer encuentro con los medios japoneses.
“Me siento muy contento por la oportunidad que me están dando el equipo, espero dar resultados. Estoy para debutar pronto“, advirtió el sinaloense.
Cuestionado por el nivel que espera enfrentar, señaló. “Todas las ligas son diferentes, trato de adaptarme y las armas mías las voy a utilizar de acuerdo al reporte que me den. Es una pelota muy buena a nivel de Grandes Ligas, tengo expectativas altas para dar lo mejor”.
Recordó que conoció Japón a los 12 años, cuando jugó un torneo con la Selección Mexicana durante un mes, “así que estoy muy emocionado de volver para jugar beisbol profesional y conocer la cultura de Japón. Conozco la historia del equipo, espero darles muchas satisfacciones y ayudar a ganar el campeonato”, sentenció.
A través de esta nueva etapa, Osuna, de 27 años de edad, espera volver con más fuerza al radar de Grandes Ligas, su gran objetivo. El exligamayorista jugó con Azulejos de Toronto y Astros de Houston, sumando 155 juegos salvados con 2.74 de porcentaje de carreras limpias admitidas y 348 ponches hasta 2020.
Horas antes de su partida a Japón, el ‘Chufito’ compartió en sus redes sociales un comunicado para despedirse de la organización de los Diablos Rojos del México, con los que jugó hasta hace unos días.
“Querida nación escarlata, solo puedo decirles gracias por su apoyo incondicional, por nunca bajar la guardia y apoyarnos hasta el último out. Gracias por esperar hasta esas últimas entradas, cuando subía al montículo con la responsabilidad de sacar los últimos outs, siempre di lo mejor de mí“, escribió el lanzador derecho.
Agradeció a la familia Harp Grañen, así como a sus compañeros y cuerpo técnico por ser “unos Rojos que juegan como Diablos que nunca se rinden”, además de agradecer por el recibimiento de la afición de Diablos Rojos. “Me adoptaron como uno de sus hijos consentidos, disfruté mucho poder jugar ante la mejor afición de México”, finalizó.
Fuente: El Universal