Cuba levantó el martes el mandato obligatorio del uso de cubrebocas, que llevaba dos años, luego de una campaña de vacunación que, según funcionarios de salud, ha sido exitosa y contribuyó a una fuerte caída en los casos de COVID, sin que se reportara una muerte en casi tres semanas.
En Cuba, autoridades han buscado durante mucho tiempo sobresalir proporcionando un sistema de salud gratuito enfocado en el tratamiento preventivo.
Cuba ha desarrollado sus propias vacunas para prevenir el COVID y se convirtió en el primer país del mundo en comenzar la vacunación masiva de niños desde los 2 años.
Desde entonces, Cuba ha vacunado al 94% de su población con al menos una dosis de sus vacunas locales.
El ministro de Salud de Cuba, José Ángel Portal, dijo que el amplio programa de vacunación había supuesto un “cambio radical” en los riesgos de contagio, lo que motivó a tomar la decisión de eliminar los cubrebocas en la mayoría de los escenarios.
Las autoridades anunciaron, sin embargo, que los cubrebocas seguirán siendo obligatorios para las personas en hospitales, así como para las personas con afecciones o infecciones respiratorias.
El Ministerio de Salud de Cuba dijo que los casos de COVID habían disminuido durante nueve semanas sucesivas, con infecciones diarias cayendo a menos de 100 en la segunda quincena de mayo y solo dos muertes en el mes, según datos oficiales.
En Cuba, científicos sostienen que sus vacunas Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus, basadas en proteínas de cosecha propia, brindan más del 90% de protección contra COVID sintomático cuando se aplica en esquemas de tres dosis, aunque esas afirmaciones aún no han sido examinadas por la Organización Mundial de la Salud.
Fuente: Azteca Noticias