La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, dijo esta mañana que los funcionarios de Finanzas mundiales podrían tener que familiarizarse enfrentando múltiples brotes de presiones inflacionarias.
La titular del FMI dijo a Reuters que a los bancos centrales les resulta cada vez más difícil reducir la inflación sin provocar recesiones, debido a las crecientes presiones sobre los precios de la energía y los alimentos derivadas de la guerra en Ucrania, las políticas chinas de “cero-COVID”, que han reducido la fabricación de manufacturas, y a la necesidad de reordenar las cadenas de oferta para hacerlas más resistentes.
“Creo que tenemos que empezar a familiarizarnos con esta situación, en un momento en que puede que no sea el último choque”, sostuvo la funcionaria, que señaló que dejó de ver la inflación como un choque “transitorio” cuando el brote de la variante ómicron del Covid-19 se hizo sentir a finales del año pasado.
La titular del FMI dijo a Reuters que a los bancos centrales les resulta cada vez más difícil reducir la inflación sin provocar recesiones, debido a las crecientes presiones sobre los precios de la energía y los alimentos derivadas de la guerra en Ucrania, las políticas chinas de “cero-COVID”, que han reducido la fabricación de manufacturas, y a la necesidad de reordenar las cadenas de oferta para hacerlas más resistentes.
“Creo que tenemos que empezar a familiarizarnos con esta situación, en un momento en que puede que no sea el último choque”, sostuvo la funcionaria, que señaló que dejó de ver la inflación como un choque “transitorio” cuando el brote de la variante ómicron del Covid-19 se hizo sentir a finales del año pasado.
Fuente: Forbes