Responsables del Pentágono afirmaron este martes ante el Congreso de EU que están seguros de que sus soldados se han encontrado con objetos o fenómenos aéreos no identificados y elevaron a 400 las alertas recibidas desde 2004.
Por primera vez en más de 50 años, el Congreso acogió una audiencia sobre ovnis en la que testificaron el subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad de EU, Ronald Moultrie, y el subdirector de la Inteligencia Naval de EU, Scott Bray.
Durante la sesión ante un subcomité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, varios legisladores hicieron hincapié en que el motivo de la audiencia era acabar con los estigmas sobre este tema para que los militares informen a sus superiores cuando se encuentren con un fenómeno de este tipo.
Años más tarde, en 2017, los legisladores supieron que el Departamento de Defensa había iniciado de forma discreta un proyecto similar para seguir lo que EU ha dejado de llamar ovnis para denominar fenómenos aéreos no identificados y el año pasado el Congreso redactó las reglas para esta iniciativa.
Moultrie explicó que en el año fiscal 2022 (que empezó en octubre pasado) el Pentágono ha creado una oficina para supervisar la recopilación, tratamiento y análisis de cualquier encuentro con ovnis o fenómenos de este tipo que no siempre son objetos.
Por su parte, Bray mencionó un informe oficial publicado hace casi un año donde se afirmaba que el país ha detectado entre 2004 y 2021 un total de 144 fenómenos aéreos no identificados, y añadió que esa cifra ha subido hasta 400.
La razón de ese incremento es que los soldados han comenzado a informar más de este tipo de fenómenos, gracias al trabajo que se está haciendo para acabar con el estigma; el aumento de sistemas como drones en el espacio aéreo de EU y la mejora de los sensores y radares para detectarlos.
El subdirector de la Inteligencia Naval señaló que, tras culminar el análisis, es probable que los ovnis caigan en categorías como interferencias en radares, fenómenos atmosféricos naturales, programas de desarrollo del Gobierno o la industria de EU o sistemas de adversarios extranjeros.
“Y hay otra casilla que nos permite meter casos difíciles, y la posibilidad de sorpresas y de descubrimientos científicos potenciales”, indicó.
Pese a sus estimaciones, Bray no descartó que el número de 400 descienda, ya que algunas de esas alertas se basan solo en testimonios de personas, mientras que muchas otras están apoyadas sistemas de medición más objetivos, como sensores y radares.
El legislador demócrata Adam Schiff se mostró intrigado ya que el informe de junio del año pasado, difundido por la oficina de la Directora de Inteligencia Nacional de EU recogía 18 fenómenos aéreos no identificados, que aparentemente disponían de una tecnología sofisticada y que volaron sin “ningún medio de propulsión discernible”.
En ese sentido, preguntó a Bray si EU sabe de algún adversario extranjero capaz de hacer volar objetos sin un medio distinguible de propulsión, a lo que el subdirector de Inteligencia Naval respondió que no tienen constancia de que ningún rival que pueda hacerlo.
“Simplemente diría que hay una serie de eventos sobre los que no tenemos ninguna explicación”, dijo Bray, quien agregó que este tipo de objetos son los que más les interesan.
Durante la sesión, los responsables del Pentágono ilustraron sus palabras con videos de ovnis, aunque muchas veces la explicación puede ser simple.
En uno de ellos, que según Bray fue grabado en las costas de EU, detectaron un triángulo reflectante que podía verse con gafas nocturnas y que suponen que podría tratarse de un dron, precisamente porque el uso de este tipo de lentes facilitaría el reflejo de una forma triangular.
Otro de los legisladores, el republicano Eric Crawford, preguntó a los funcionarios de Defensa si podían ofrecer un ejemplo concreto de un objeto cuyo origen no sea natural y que no pueda atribuirse a los seres humanos.
Bray citó un video grabado en 2004 por un caza de la Armada del portaaviones nuclear USS Nimitz: “Tenemos datos sobre eso y es algo que simplemente sigue sin resolverse”.
Fuente: El Financiero