Para el buen funcionamiento del organismo, así como para tener una buena resistencia y flexibilidad, el colágeno resulta fundamental. Si bien se encuentra en la piel, huesos, tendones y cartílagos, en ocasiones su consumo a través de otros alimentos (como la carne o pescado) sirve como un suplemento alimenticio para incluir en la dieta.
Sin embargo, algunas marcas comercializan el colágeno a través de productos preenvasados que, en ciertos casos, no cumplen con lo establecido en el Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios, ya que las leyendas de sus etiquetas carecen de sustento o presentan publicidad que puede resultar engañosa para los consumidores.
En ese sentido, la Procuraduría Federal de Consumidor (Profeco) realizó un estudio de 32 productos denominados de “colágeno” o “colágeno hidrolizado” en su presentación en polvo, tabletas o cápsulas para verificar si su contenido cumple con lo especificado en la etiqueta. Para ello se realizaron 288 pruebas entre el 24 de enero y el 15 de marzo.
Los resultados fueron publicados en la Revista del Consumidor del mes de mayo, en los que se detectaron que, de las 32 marcas analizadas, al menos siete no cumplían con alguno de los siguientes criterios:
-Su contenido neto era menor que lo detallado en la etiqueta.
-Las leyendas del etiquetado no fueron demostradas.
-La publicidad resulta engañosa.
-La denominación es errónea.
-No se indican los gramos conforme a la norma NOM-008-SCFI-2002.
-No comprobaron su contenido de colágeno.
De manera regular, el colágeno se obtiene de la piel y articulaciones de algunos animales, como el pollo, la res y el cerdo, aunque también se encuentra en la piel y las espinas de pescados. Para ello cabe señalar que también existe el colágeno hidrolizado, el cual ayuda a que los seres humanos pueden asimilarlo debido a que está dividido en partes más pequeñas, llamadas aminoácidos, las cuales sirven para formar proteínas.
De este modo, es dependiendo de las necesidades de cada persona el tipo de colágeno que se ingiere y el uso que le da el cuerpo, por lo que en algunas ocasiones sirve como suplemento alimenticio. Es por eso que existe una regulación para sus productos a cargo del Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios (RCSPS).
En el artículo 168 de dicho reglamento se estipula que los productos podrán estar constituidos por: carbohidratos, proteínas, aminoácidos, ácidos grasos, metabolitos, plantas, hierbas, algas y alimentos tradicionales deshidratados. La presentación puede ser en forma aislada o en combinación de vitaminas y minerales.
A pesar de que no son medicina (ya que no son productos para curar, prevenir o tratar alguna enfermedad), su consumo no debe representar un riesgo para la salud. En ese sentido, la Revista del Consumidor señala que es importante que no incorporen “sustancias con acción farmacológica reconocida ni tampoco con base en su composición que les puedan atribuir propiedades terapéuticas, preventivas o rehabilitatorias”, pues de lo contrario no podrán comercializarse en México.
Es por ello que en la etiqueta donde se describe la información que contiene el producto no se debe confundir, engañar o exagerar respecto a su composición, origen, efectos, propiedades y posibles efectos terapéuticos, según lo establecido en el artículo 173 del RCSPS.
Entre los elementos que deberá presentar el etiquetado se encuentran: denominación genérica (que en este caso sería “suplemento alimenticio”); fecha de caducidad; lote; denominación específica; contenido neto; lista de ingredientes; nombre y dirección; declaración nutrimental; componentes; instrucciones y leyendas de advertencia.
Entre las marcas en las que se encontraron algunas irregularidades se encuentran:
-Bio B Berry Colágeno. País: México. Contenido: 180 gramos. Precio: 350 pesos. Irregularidad: Publicidad engañosa. En su etiqueta se presenta como “alimento”, cuando en realidad podría tratarse de un suplemento alimenticio, según el artículo 215 de la Ley General de la Salud. Además, incluye la leyenda “Beauty Boost”, que posiblemente podría resultar engañosa e incumple el artículo 32 de la Ley Federal de Protección al Consumidor.
-Drasanví COLLMAR. País: España. Contenido: 207 gramos. Precio: 442 pesos. Irregularidad: No demuestra la leyenda de información al consumidor, la cual debería decir “Recomendado para deportistas. Mujeres mayores de 40 años”.
-Facialtime Vitamins&Health Care División. País: México. Contenido: 450 gramos. Precio: 350 pesos. Irregularidad: Los símbolos de las unidades no cumplen con lo establecido en la NOM-008-SCFI-2002.
-Mi Fibra Diaria. País: México. Contenido: 300 gramos. Precio:107 pesos. Irregularidad: No demuestra la leyenda “Suplemento alimenticio para adultos y niños mayores de 4 años”.
Fuente: Infobae