A un año del colapso de un tramo elevado de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, lesionados y familiares de fallecidos por este accidente acudieron a la “zona cero” para colocar arreglos florales y exigir justicia a las autoridades. El primero en llegar fue el señor Sergio René Alvarado Hernández.
Acompañado de su esposa, caminó desde la estación Olivos. Indicó que en las próximas semanas lo operarán de su mano, “yo estuve 44 días en coma inducido, pero realmente por la crisis que ponían en riesgo mi vida”.
Hizo un llamado a las autoridades para que la rehabilitación de este tramo sea con profesionalismo para garantizar que no ocurra otra tragedia.
“Hay 26 personitas (fallecidas) que por la negligencia de esas personas que tomaron malas decisiones, vamos a seguir peleando para que no se vuelva a repetir”.
También llegó Miriam García, hija del señor René, una de las 26 víctimas mortales.
Ella, al igual que todos los afectados, confía en que habrá justicia, “aunque pasen los años, los meses, así nos den los millones, no van a reparar una vida, yo preferiría mejor tener a mi padre que todos esos millones que dicen que van a dar, no lo vale”.
Después de las 10:00 horas, leyeron una oración y guardaron un minuto de silencio a un costado del tramo colapsado de la línea dorada, mismo lugar en el que pedirán a la alcaldía Tláhuac que otorgue los permisos para que se construya un un memorial para recordar a las víctimas o incluso una capilla donde puedan rezarles.
El abogado de los afectados, Teófilo Benítez, dijo que sus representados decidirán si se construye un memorial o incluso una pequeña capilla en el lugar.
“Vamos a hacer una encuesta entre las propias víctimas para que ellas decidan qué es lo que quieren que pongamos, un pequeño monumento, un pequeño lugar donde puedan venir a pedir por sus familiares o una pequeña capilla y esperamos que las autoridades de Tláhuac nos faciliten las autorizaciones para que en este mes se pueda hacer”, explicó.
Marisol Tapia, madre de Brandon Giovanny, joven de 12 años que falleció durante el siniestro, pidió apoyo para que la Línea 12 sea demolida para que otras personas no vivan una situación similar.
“Le pedimos a la ciudadanía que nos apoye para que puedan demolerlo (la línea 12) y esto no vuelva a pasar. No hay nada que repare la vida de nuestros familiares, con nada van a reparar la vida de mi hijo, hoy en día queremos dejar huella que esto no vuelva a pasar”, dijo entre lágrimas.
A un año del colapso que dejó 26 personas fallecidas y decenas de heridas, Adriana Galván, cuenta que anteriormente trabajaba como empleada doméstica en la alcaldía Benito Juárez, algo que ya no puede hacer debido a diversas lesiones que no le permiten caminar perfectamente.
Inicialmente le dijeron un diagnóstico de mes y medio para volver a caminar, pero actualmente sigue utilizando un bastón que le fue donado, ya que autoridades capitalinas le dijeron que no había presupuesto para que se lo compraran.
“Me afectó totalmente, me truncó todos mis sueños que hasta la fecha no voy a poder realizar, que hasta la fecha no he podido recuperarme, me mintieron en el hospital que iba yo a salir de todo esto y estar bien en mes y medio y ya llevo un año y no he podido quedar bien. A mí en lo personal de repente me abandonaron”, contó.
La mujer de la tercera edad explica que ella y otro grupo de víctimas se han negado a aceptar los acuerdos reparatorios porque, aseguran, eso no les regresará nada de lo que refieren el 3 de mayo del año pasado.
“Mi sentir es este de que ¿usted cree que con lo que me vayan a dar voy a estar igual?, me faltan más secuelas, ya estoy perdiendo el oído, ya no oigo muy bien, mi vista, ¿con el tiempo usted cree que eso me va ayudar a salir adelante? No, para mí eso no vale la pena”, comentó.
Fuente: Milenio