Los ejecutivos del sector petrolero se defendieron este miércoles en el Congreso de Estados Unidos de las acusaciones de los legisladores de que están estafando a los ciudadanos con los altos precios del combustible, diciendo que están impulsando la producción de energía y que ninguna empresa fija las tarifas.
Los legisladores de la Subcomisión de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes interrogaron a las compañías sobre las razones por las que los precios de la gasolina siguen siendo elevados a pesar de que lo del crudo, la materia prima de los combustibles, han bajado.
Los precios de la gasolina en Estados Unidos se dispararon tras la invasión rusa de Ucrania y los países occidentales impusieran sanciones a las exportaciones energéticas de Moscú. Los precios en los surtidores alcanzaron un récord, antes de los ajustes por inflación, de 4.33 dólares el galón el 11 de marzo, y desde entonces han bajado cerca de 4%, hasta los 4.17 dólares el miércoles, según el grupo de automovilistas AAA.
Los precios internacionales del crudo han bajado mucho más, desde un máximo de más de 139 dólares por barril a principios de marzo hasta unos 107 dólares el martes, lo que supone un desplome del 23%, y los futuros de la gasolina sin terminar han descendido 15%.
“Estos precios están limitando los presupuestos y la paciencia de nuestros electores”, dijo al comienzo de la audiencia la demócrata Diana DeGette, presidenta del subcomité.
Los ejecutivos de Exxon Mobil, Chevron, BP America, Shell USA, Devon Energy Corp y Pioneer Natural Resources Co. testificaron.
DeGette cuestionó los miles de millones de dólares de beneficios obtenidos por las empresas presentes en la audiencia, y citó los 30,000 millones de dólares en subvenciones de los contribuyentes que reciben como razón para que ayuden a bajar los precios de la gasolina.
Los congresistas republicanos presentes en la audiencia, entre ellos Morgan Griffith, de Virginia, y Cathy McMorris Rodgers, de Washington, culparon a las políticas del presidente Joe Biden de los altos precios, incluida la decisión de revocar un permiso clave para el oleoducto Keystone XL.
“Es imposible generar confianza o invertir en la producción actual cuando la producción futura está siendo claramente bloqueada por esta administración”, dijo Griffith.
Fuente: Forbes