El presidente estadounidense Joe Biden tiene la intención de proponer un impuesto mínimo de 20 por ciento a hogares con más de 100 millones de dólares y reducir en más de un billón de dólares los déficits presupuestarios proyectados para la próxima década, según una hoja informativa difundida el sábado por la oficina presupuestaria de la Casa Blanca.
La instauración del impuesto mínimo a los estadounidenses más ricos supone una importante reorientación del código fiscal. Se aplicaría al 0.01 por ciento de los hogares más ricos y se prevé que la mitad de la recaudación prevista provendrá de los hogares con mil millones de dólares o más.
El impuesto mínimo impedirá efectivamente que el sector de los más acaudalados en Estados Unidos pague tasas menores que las de las familias que se consideran de clase media, al tiempo que contribuirá a generar ingresos para financiar los programas internos de Biden y a contener relativamente el déficit en la economía estadounidense.
En su propuesta prevista para el lunes, los déficits menores también reflejan un resurgimiento de la economía a medida que Estados Unidos sale de la pandemia del coronavirus. Es una señal de que el balance general gubernamental mejorará tras el histórico gasto para combatir el COVID-19.
La disipación de la pandemia y el crecimiento han permitido que el déficit baje de 3.1 billones de dólares en el año fiscal 2020 a 2.8 billones el año pasado y a 1.4 billones como se proyecta para este año.
Ese gasto deficitario redundó en una expansión económica a un ritmo de 5.7% el año pasado, el más fuerte desde 1984. Sin embargo, la inflación más elevada en 40 años también acompañó esos sólidos avances en momentos en que el aumento de los precios ha afectado la popularidad de Biden.
Según el gobierno de Biden, la propuesta para el año fiscal que comienza el 1 de octubre muestra que el fuerte gasto contribuyó a impulsar el crecimiento y a colocar las finanzas del gobierno en una situación más estable con vistas a los próximos años.
Fuente: El Financiero