Por: José Satsumi López Morales
En negocios el término “base de la pirámide” se refiere a la población con menores ingresos en la pirámide social de una región o país. Esta idea fue propuesta por el profesor de la escuela de negocios de la Universidad de Michigan C.K. Prahalad en su libro titulado “The Fortune of the bottom of the pyramid: Erradicating poverty through profits” publicado en 2004. La tesis principal de esta obra sostiene que se tiene que cambiar el paradigma para hacer negocios, es decir, que las empresas no dirijan sus esfuerzos hacía los segmentos de mayor poder adquisitivo, sino a los segmentos de menores ingresos. Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo en México esta población engloba alrededor de 90 millones de personas. Esto representa enormes oportunidades de mercado para hacer negocios. Aunque es un mercado enorme, dentro de la base de la pirámide hay muchos segmentos de mercado que no han sido atendidos y que son enormes oportunidades para hacer negocios.
La base de la pirámide se convirtió en una tendencia a nivel mundial. Grandes y no tan grandes empresas se enfocaron en este sector obteniendo grandes ganancias y al mismo tiempo aumentando la calidad de vida de la población al ofrecer productos y servicios para satisfacer las necesidades especificas de la población ubicada en la base de la pirámide. Además de beneficiar a las empresas, enfocarse en este sector trae beneficios para la población, ya que satisface sus necesidades específicas y básicas. Por ejemplo, en México, el modelo farmacia- doctor aplicado por las Farmacias Similares, que permite tener acceso a asesoría médica de bajo costo. Otro ejemplo es Grupo Salinas opera un grupo de empresas que pretenden satisfacer las necesidades para la población más pobre, a través de financiamiento (Banco Azteca), venta de productos para el hogar (Elektra) entre otros más.
Es importante responder la pregunta ¿Cómo puede ser aprovechada la base de la pirámide en nuestro entorno local? Primero que nada, es importante aclarar que varias empresas establecidas en Veracruz se dirigen a este sector, sin embargo, son empresas grandes, como Coppel, las empresas de Grupo Salinas, entre otras, esto es positivo puesto que este sector se encuentra atendido. Pero respondiendo la pregunta, las empresas que tienen un enfoque más local deben voltear más hacia este sector, para lograr un beneficio de doble vía: para que las empresas obtengan beneficios y los emprendedores dentro de la base de la pirámide también pueda hacer crecer sus negocios y genera nuevos.
¿Cómo lograr esto?, primero que los gobiernos municipales, el gobierno del estado, cámaras de comercio, universidades y diversos organismos de la sociedad civil puedan generar programas específicos de capacitación y/o concientización acerca de los beneficios de la base de la pirámide. Segundo, estos organismos deben fomentar y promover sus programas de capacitación que incentiven a la sociedad veracruzana a cambiar el paradigma de hacía donde dirigir sus esfuerzos de negocios. Tercero, desarrollar métricas particulares acerca de los beneficios cualitativos y cuantitativos que se obtengan y detectar las áreas de oportunidad en este sector.
Entender, reconocer y atender la base de la pirámide es imperativo para poder mejorar la calidad de vida, no solo de la población agrupada en este sector, sino de toda la sociedad dado que al tomar en cuenta las necesidades de los mas pobres y mejorar sus condiciones de vida redituara en beneficios para el resto de la pirámide social.
El Dr. José Satsumi López Morales es Investigador Nacional Nivel I del CONACYT, Dr. En Ciencias de la Administración (Universidad Cristóbal Colón), Maestro en Dirección de Empresas (Universidad de Palermo, Argentina), Lic. En Mercados y Negocios Internacionales (Universidad Cristóbal Colón). Coordinador Académico de la Maestría en Administración del Tecnológico Nacional de México campus Veracruz.
