Edgard González Suárez
En esta ocasión daremos una mirada internacional, no para hablar del conflicto entre Ucrania y Rusia, sino uno de igual tamaño y calado, para el mundo hispano, y la Europa occidental. Me refiero al “zipi-zape” protagonizado por las alas moderada y radical de la derecha española, que se vieron enfrentados a tal punto, que más de 5000 simpatizantes madrileños fueron a la sede del Partido Popular ha exigir la salida y Pablo Casado, presidente del partido y de Teodoro García Egea, secretario general, de ese partido. Convirtiendo la movilización en un abierto desafío para la dirigencia del PP, y un apoyo incondicional para la presidenta de la comunidad de Madrid Isabel Diaz Ayuso.
Pero por qué pudiera ser de interés nacional lo que sucede en la política española. Según lo veo yo, por varias razones:
- En España gobierna una coalición de izquierdas, encabezada por el PSOE, Unidas PODEMOS, y los partidos de Izquierda Republicana de Cataluña, y los Nacionalistas Vascos. Este suceso, transformó de facto al régimen político español, que vio, desde las elecciones de 2018, como una de las fuerzas tradicionales del pacto constitucional español (1978), se veía obligada a pactar no solo la envestidura de Pedro Sánchez, actual presidente de gobierno, sino de abrir posiciones a unidas PODEMOS en varios cargos del Estado y de la Administración Pública española.
- Esta nueva correlación de fuerzas y alianzas políticas, para la conducción del estado, generó un verdadero sisma en el tradicional partido de la derecha española, que, envuelto en toda serie de tropelías, corrupciones, e incluso asesinatos, perdió el favor de los españoles y una gran masa del electorado se corrió a la izquierda y apoyó a nuevas formaciones políticas.
- Con las políticas públicas puestas en marcha por la coalición de izquierda (reforma laboral, energética, salarial, sanitaria, vivienda, etc.). La derecha se fractura por en medio, y una parte no solo conservadora, sino declaradamente antidemocrática, se radicaliza a la extrema derecha, dando forma a un partido que ha venido a representar a los más acaudalados intereses, civiles, monárquicos y militares, y ganando adeptos y votos en las elecciones locales en España. Así aparece VOX qué con un discurso intolerante, antifeminista, anti diversidad sexual, monárquico, anti migrantes, se ha ido colocando en el animo de la tradicional base de votos del PP.
- En suma, el PP se quedó atrapado en su liberalismo democrático, y se ha visto superado por un nacionalismo (xenófobo) antidemocrático y antiliberal.
- La crisis estalló, la semana pasada, cuando haciendo gala de sus mejores artimañas y tácticas del manual mediático. Dirigieron un misil -de esos que crea y recrea la prensa- en contra de Isabel Diaz Ayuso, presidenta de la comunidad de Madrid, y clara aspirante a dirigir al PP.
- La señora Ayuso, leyendo que al PP le hace falta radicalismo frente al PSOE y PODEMOS, e intuyendo que de seguir así, VOX no solo lo sigue de cerca, sino que pudiera no estar lejos de ganar gobiernos autonómicos o incluso el Estado, intenta adelantar el Congreso del Partido en Madrid, y así hacerse del partido en la capital española, y desde ahí, reclamar un Congreso Nacional Extraordinario del PP, y remover, de una vez y para siempre, a quienes consideran responsable de la ineficacia de la bancada del PP en el congreso de los diputados. Es decir, despedir sin aplausos a Pablo Casado.
- El misil, faltaba más, consistía en un supuesto contrato más comisiones, que habría recibido el hermano de la señora Ayuso, Tomas Diaz Ayuso, y que supuestamente habría sido asignado, por más de millón y medio de euros, una comisión de cerca de 300,000 euros, la asignación, según la dirigencia del partido, habría sido directa para la compra de mascarillas en plena pandemia.
- Evidentemente la tensión continua y aunque ambas alas del partido entendieron que esta lucha podría perjudicarles más que favorecerles, al parecer reiniciaron un pacto interno, que por lo que se ve, no será de largo plazo.
Por qué tendría cierto interés, este margallate, en México. Bueno, porque la derecha, cuando entra en pánico y desesperación, enloquece y es capaz de seguir un cauce extremo-radical. Porque para posicionarse en el mercado electoral es capaz de armar y difundir todas las mentiras que pueda para empañar la credibilidad del adversario. Porque frente a una derrota estratégica y un cambio de régimen, siempre hay sectores que añoran el pasado, y están dispuestos a detener cualquier avance progresista. Porque el empresariado español está directamente vinculado a ciertas élites mexicanas y por que tanto el Partido Popular y el Partido Acción Nacional comparten muchos puntos ideológicos, y ya declararon el año pasado, estar dispuestos a crear un mundo hispano, sin negros, sin indios, sin homosexuales, sin migrantes, y sin feministas.
Insisto, cada vez que nos acerquemos al 2024, la confrontación política será cada vez más virulenta.