Las autoridades sanitarias británicas informaron de dos casos de ciudadanos de Inglaterra con fiebre Lassa, una enfermedad que se caracteriza por un virus que causa hemorragia aguda, la cual tiene su principal desarrollo en África Occidental, de donde habían llegado las personas contagiadas.
A través de un comunicado, las autoridades detallaron que “los casos pertenecen a la misma familia en el este de Inglaterra”, donde además hay otra persona que también podría estar contagiada.
“El caso probable está recibiendo atención en el Hospital del Servicio Nacional de Salud Bedfordshire de la Fundación Trust. La Red de Enfermedades Infecciosas de Altas Consecuencias está comprometida con su atención continua“, agregaron.
Las autoridades recalcaron que “la mayoría de las personas con fiebre de Lassa se recuperarán por completo, sin embargo, algunas personas pueden sufrir una enfermedad grave”.
Además, sostuvieron que “uno de los casos se recuperó, mientras que el otro recibirá atención especializada en el Royal Free London de la Foundación Trust del Servicio Nacional de Salud”.
¿Qué es la fiebre Lassa?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la fiebre Lassa es una viral hemorrágica aguda de 1 a 4 semanas de duración que ocurre en África Occidental.
“Se transmite al ser humano por contacto con alimentos o utensilios domésticos contaminados con orina o heces de roedores”, aunque “también puede haber transmisión en el laboratorio y de persona a persona, sobre todo en hospitales que carecen de medidas adecuadas de prevención y control de infecciones“, describe la OMS.
Fue en noviembre de 2014 donde se notificó por primera vez en Benin, expandiéndose a Ghana, Guinea, Liberia, Malí, Sierra Leona y Nigeria, aunque la organización no descarta que esté en otros países africanos.
La OMS aclara que la incubación de la fiebre de Lassa puede llegar entre los dos a 21 días, la cual, en momentos de que se reflejen los síntomas, “la enfermedad suele tener un inicio gradual, con fiebre, debilidad general y malestar”.
“A los pocos días pueden aparecer cefaleas, dolores de garganta, musculares, torácico y abdominal, náuseas, vómitos, diarrea y tos. En los casos graves pueden aparecer tumefacción facial, derrames pulmonares, hemorragias bucales, nasales, vaginales o gastrointestinales e hipotensión“, sostiene la organización internacional.
A esto también se suele asociar casos con presencias de proteína en la orina (proteinuria) e incluso convulsiones, choque, temblor, desorientación y coma.
“El 25 por ciento de los pacientes que sobreviven a la enfermedad presentan sordera, y en la mitad de ellos la audición se recupera parcialmente al cabo de 1 a 3 meses. Durante la recuperación pueden aparecer de forma transitoria trastornos de la marcha y caída del cabello“, detalla la OMS.
Se revela que la fiebre Lassa tiene una tasa de letalidad global que llega al 1 por ciento, pudiendo llegar al 15 por ciento en pacientes hospitalizados.
“Esta es especialmente grave al final del embarazo, con muerte materna y/o fetal en más del 80 por ciento de los casos en el tercer trimestre”, agregó.
Fuente: Milenio
