Edgard González Suárez
Ricardo Monreal se ha convertido en el principal objetivo político del ala más radical y López obradorista dentro del Gobierno Federal y de MORENA. Y su figura y acciones lo han ubicado ya, como el enemigo número 1 del presidente, y por seguidismo del ala más antidemocrática y autoritaria del Partido.
Ricardo Monreal, actual coordinador de los senadores de MORENA, y presidente de la Junta de Coordinación Política en el Senado, ha vivido en las últimas semanas serios embates tanto del presidente López Obrador, como de sus corifeos dentro y fuera de las estructuras gubernamentales. Todo con el objetivo específico de anularlo, aislarlo y descalificarlo como aspirante a la candidatura a la presidencia de la república dentro del partido MORENA.
La crisis se desencadenó con los resultados del 6 de junio de 2021 cuando en la capital del país, dominada en sus 16 alcaldías por Morena, pierde 9 de esas alcaldías a manos de la oposición. Los resultados electorales causaron estupor dentro de las filas del partido, y por supuesto una reacción persecutora para “dar con los responsables de la traición”.
La mirada acusadora recayó inmediatamente en la persona de Ricardo Monreal, a quien se le atribuye a ver trabajado para la oposición o haber hecho alianzas con ella para ponerle el pie a quien ya se veía y se sabía como la favorita del presidente para encabezar a morena en la elección presidencial del 2024.
A partir de esos aciagos momentos, Monreal fue objeto de todo tipo de ataques y acusaciones, que dejaron al desnudo a todo el equipo que, desde la presidencia, se viene armando para sacar adelante a Claudia Sheinbaum como candidata presidencial.
Después de ese torbellino de acusaciones, Monreal parecía haber sorteado las andanadas, y se concentró en establecer una política de acuerdos con todas las facciones parlamentarias para sacar adelante las reformas legislativas en el senado. Sin embargo, la lucha por eliminarlo del escenario político-electoral vino cuando el propio presidente de la república lo excluyo de la lista de aspirantes a sucederlo.
Con la derrota electoral en la Ciudad de México se prendieron las alarmas en el palacio nacional y; el primero de julio, en un evento montado para celebrar el tercer año del triunfo electoral de la 4T, se destapó, abiertamente, a Claudia Sheinbaum, con aquel famoso grito en el Auditorio Nacional de ¡presidenta! ¡presidenta! El día 5 de julio, el mismo López Obrador definiría a quienes podrían sucederlo en el cargo, y en el famoso listado no aparecía, por ningún lado, Ricardo Monreal. La avalancha sobre Claudia dejó en la orilla externa al senador zacatecano. A partir de ahí la lógica de la exclusión ha sido continua sobre el proyecto político de Monreal.
El 30 de septiembre del 21, el INE declaró improcedente el registro del Partido político Fuerza por México, instituto auspiciado por Ricardo Monreal, y encabezado por Pedro haces, un senador de extracción panista. Y que en los hechos desarmaba electoralmente a Monreal y lo sumía poco a poco al aislamiento. A partir de octubre, el senador morenista comienza una lucha democrática por abrir la tenaza que quiere imponer a Claudia, llevándolo cada vez más a enfrentarse con el presidente López Obrador. Este enfrentamiento tomo visos discursivos e ideológicos, mientras López obrador y los dirigentes de morena avalaban las encuestas internas como método eficaz para designar candidatos, Monreal proponía elecciones primarias internas.
Monreal se acercó a otros sectores sociales, estableció diálogo, alianzas y equilibrios con partidos y con sectores olvidados o no tomados en cuanta por el hegemonismo morenista. Moderó los aspectos más radicales de las propuestas de reforma. Y empezó a construirse una imagen mediática desde sus actividades dentro del senado de la república. Su actividad dentro del senado le permitió a morena sacar adelante todas las reformas propuestas, algunas por consenso, y otras por mayoría, pero salieron adelante.
Entrado el mes de diciembre, Monreal decide atender algunas quejas sobre posibles detenciones, y agravios a ciudadanos por el delito de “ultrajes a la autoridad”, delito vigente en el Estado de Veracruz, gobernado por Cuitláhuac García, de extracción MORENISTA y, que ha servido no solo para detenciones arbitrarias sino para presiones y chantajes políticos dentro del Estado. La aparición de Monreal en Veracruz, encabezando la defensa jurídica y política de algunos jóvenes encarcelados por ese delito y la exigencia para que se derogara dicho delito, generó una respuesta política inusitada. Como si se tratara de una venganza o de una respuesta a su intromisión en el estado de Veracruz, el gobierno del estado detiene y encarcela al secretario técnico de la JUCOPO, como posible autor intelectual de un asesinato de un candidato en el proceso electoral de junio del 2021, es decir, el secretario técnico de la junta que preside Ricardo Monreal dentro del senado, que además es miembro destacado del partido Movimiento Ciudadano, y que ha desatado, hasta ahora, uno de los choques políticos más serios entre poderes.
Ante la detención de José Manuel del río virgen, la respuesta fue una comisión senatorial que elaborara un catálogo de violaciones a los derechos humanos y transgresiones a la ley dentro del Estado de Veracruz. Situación que puso en entredicho al Gobierno de Cuitláhuac García y lo exhibió públicamente a nivel nacional e internacional.
El presidente avala el trabajo del Gobernador de Veracruz, le refrenda su apoyo y respaldo, y manda a los senadores morenistas, sí a los que coordina el propio Monreal a desestimar la legalidad de la comisión que investiga al gobierno de Veracruz. Finalmente, Ricardo Monreal, da senda entrevista de dos planas al periódico Reforma -uno de los enemigos mediáticos del Obradorismo-, donde afirma que los “radicales” terminarán dañando al país y a sus instituciones si se les permite. Lo que inmediatamente fue respondido por el propio presidente López obrador, señalando las desviaciones del centro, de la moderación, y de los zig zags en el proyecto de la 4T.
Para comenzar el año dos acciones coordinadas intentan descarrilar, de una vez por todas, a Monreal en su pretensión: una acusación sobre la hija de Monreal, acusándola de enriquecimiento y corrupción; y la propuesta de la senadora guanajuatense, precandidata a gobernadora por aquel estado, que promueve, por decir lo menos, la destitución o remoción de Ricardo Monreal como coordinador de los senadores de morena, y el subsecuente cambio en la presidencia de la JUCOPO.
Acciones que fueron definidas por Alejandro Rojas Díaz Duran, suplente del Senador Ricardo Monreal, como “los radicales han empezado la purga”.
¿En realidad cree, el sector hegemónico, dentro del Gobierno, qué purgar a los monrealistas conviene a la 4T?
