Josué Aarón Villa Huerta carga con el eufemismo de “desaparecido” desde el 23 de septiembre de 2018. La última vez que se le vio fue en la calle Veracruz, de la colonia del Valle, en el municipio de Villa de Álvarez, Colima.
“Yo me siento como bloqueada, como que todo se me olvida, como que no quiero pensar, me da ansiedad, coraje, desesperación, ¿cómo alguien puede desaparecer?”, se cuestiona su madre, María Candelaria Huerta Pizano, quien ahora dirige el Colectivo Solidario de Búsqueda de Personas Desaparecidas en Colima.
Cifras de grupos de familiares de personas desaparecidas en la entidad apuntan que se tiene un registro de mil 700 casos de hombres y mujeres sin localizar; un problema de grandes dimensiones para un estado de poco más de 700 mil habitantes.
Además, Colima es uno de los estados donde más restos humanos se han descubierto en fosas clandestinas -sin precisar cantidad- en el periodo que comprende de diciembre de 2018 a junio de 2021 -es decir, desde el inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador a la fecha-, de acuerdo con el Registro Nacional de fosas clandestinas y cuerpos recuperados, de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Tecomán es el municipio de México donde más fosas de ese tipo se han encontrado durante ese mismo periodo, con 117 cementerios clandestinos, de acuerdo con esa misma base de datos de la Segob. Por eso, para María Candelaria Huerta Tecomán es uno de los principales puntos para la búsqueda de personas desaparecidas, actividad que impulsa desde la desaparición de su hijo. Pero además, ha logrado organizar familias en Manzanillo, Armería, Cuauhtémoc, Villa de Álvarez, Comala, Coquimatlán y Colima.
“Tenemos ocho páginas de Facebook y el mismo número de grupos con gente de todo el estado; los buscamos por todos los rincones; aprendimos a hacer búsquedas en vida y además ayudamos a la fiscalía cuando se localizan fosas”, explicó.
Ella está segura que entre más gente se sume a las búsquedas, más rápido encontrarán a sus desaparecidos.
Fuente: Milenio
