Mtro. Edgard González Suárez
Toca hablar ahora de quien yo considero el proyecto político sucesorio de López Obrador, a la actual jefa de Gobierno de la Ciudad de México, a la mismísima Claudia Sheinbaum Pardo.
Claudia Sheinbaum es ni más ni menos una de las seguidoras más leales, eficientes y constantes del lópez-obradorismo. Viene siguiendo al presidente desde hace por lo menos 25 años, trabajó con el actual presidente en la época en que fue jefe indiscutible de la Ciudad de México, y lo acompañó, como promotora de ese proyecto político, y en varias posiciones dentro de la administración pública. Conocedora de los problemas de la ciudad, Claudia es hoy, la carta más fuerte de López Obrador para sucederlo en la Presidencia de la República.
Claudia Sheinbaum, es una militante de izquierda, formada en las lides estudiantiles del Consejo Estudiantil Universitario, principal organismo de los estudiantes de la UNAM que se opusieron a las reformas privatizadoras y neoliberales de Jorge Carpizo, allá en 1986, cuando fue rector de la máxima casa de estudios.
Desde esa época, siendo ella muy joven, apenas despuntaba los 24 años de edad, se enroló en los comités de lucha de la facultad de ciencias y pronto adquirió relevancia y liderazgo en su facultad.
Sheinbaum, es una mujer formada en los comités de lucha estudiantil, de fuerte formación crítica y vinculada siempre a las concepciones marxistas no ortodoxas y más bien culturalistas o gramscianas del movimiento social y popular en nuestro país.
En esto se diferencia completamente tanto de Ebrard y Monreal, quienes se formaron ideológicamente dentro del PRI, y en sus inicios siguieron las directrices políticas del neoliberalismo salinista. Cuando Ebrard y Monreal defendían al régimen político neoliberal, Claudia ya era una dirigente estudiantil salida de los comités de lucha universitaria.
Al triunfo del CEU, al detener las reformas neoliberales de Carpizo, De la Madrid y Salinas, una muy buena parte de los líderes del CEU se incorporan de pleno derecho al Frente Democrático Nacional, propuesta política en ese entonces, encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. En ese proyecto, Claudia se va a encontrar con un dirigente social proveniente del estado de Tabasco y qué a lo largo de más de 30 años de lucha, llegaría a ser presidente de la República.
En este sentido, Sheinbaum no solo ha demostrado ser consistente y leal al proyecto definido por el Frente Democrático Nacional, un proyecto centrado en reformas sociales, y en el fortalecimiento del Estado frente a las políticas privatizadoras. Una suerte de proyecto basado en el reequilibrio entre los dos factores estructurales del poder político: Las clases populares y los empresarios nacionales y extranjeros. Ahora, la jefa de gobierno, es el cuadro más avanzado, más estable y más prometedor de esa corriente histórica.
De hecho, la lucha sin cuartel que abrió Muñoz Ledo en contra de Mario Delgado desde mediados del 2020, configuró una lucha frontal entre esa corriente y el bloque conformado por Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, todos luchando por la presidencia de MORENA.
Frente a su derrota en su intento por hacerse de la presidencia de MORENA, y luego ante el beneplácito de López obrador por dejarlo fuera de su intento por la reelección como diputado, Muñoz ledo se ha dedicado a criticar a López Obrador y a su proyecto, calificándolo de provincial, presidencialista y antidemocrático.
Lo cierto es que los cuadros históricos del FDN, Cuauhtémoc Cárdenas, Muñoz Ledo Y Efigenia Martínez, ya sea por agotamiento, ya sea por edad, quedaron fuera del liderazgo real, son considerados más bien liderazgos simbólicos de la lucha contra el fraude y contra el neoliberalismo. El verdadero poder y liderazgo social quedó en manos de Andrés Manuel López Obrador.
Dentro de la corriente de López Obrador y de Claudia Sheinbaum se encuentran Citlali Hernández, Bertha Lujan, Alejandro Encinas, Hugo López Gatell, Martí Batres, Héctor Díaz Polanco, Luisa Alcalde, Gabriel García, Alfonso Ramírez Cuellar, Dolores Padierna, Rene Bejarano, Claudia Brugada, Armando Quintero, entre otros. Todos ellos, dispuestos ya, a dar una lucha abierta, por la candidatura a la Presidencia de la República.
Para mí, Claudia Sheinbaum, no solo es la jefa de gobierno de la Cd de México, es la “corcholata” preferida por López Obrador.