El volcán Popocatépetl, está de fiesta, de acuerdo con estudios paleomagnéticos que se han hecho de él, indican que tiene una edad aproximada de poco más de 730 mil años y cada 12 de marzo, diversas comunidades y familias cercanas suben al volcán y le realizan rituales llevándole regalos, comida, cobijas y le piden una buena temporada para sus cultivos; aunque este 2023 se cancelaron los festejos ante la intensa actividad.
El volcán Popocatépetl es el segundo más alto y activo de México, motivo por lo cual está en constante y riguroso monitoreo, ya que emite fumarolas, vapor de agua, ceniza y fragmentos incandescentes; además registra tremores y sismos.
Así, el coloso suma casi 29 años de su nueva fase eruptiva, en la que se tienen registros de lanzamiento de fragmentos incandescentes, formación y destrucción de domos en su cráter interno y columnas de ceniza que superan los cinco kilómetros de altura.
Fue el pasado 23 de julio de 1994 cuando el coloso “despertó” con fuertes fumarolas; mientras que el 21 de diciembre de ese año, inició una serie de pequeñas erupciones, con temblores locales y se produjo una lluvia de polvo y ceniza que cayó en la zona metropolitana de Puebla.
Antes de su nueva fase eruptiva, en el año 1720 se tiene registro de una erupción leve y actividad fumarólica y para 1804 se volvieron a presentar fumarolas que no pusieron en riesgo a la población de los alrededores.
En los tiempos de la Revolución Mexicana, el volcán Popocatépetl volvió a presentar exhalaciones, en particular, entre los años, 1919 y 1927. En ese periodo se registró una erupción moderada y explosiones esporádicas con ceniza y pómez. En particular, en el año 1924, se cuentan evidencias de la formación de un pequeño domo de lava.
De acuerdo con la investigación “Historia del Popocatépetl” del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), el volcán, conocido como Don Goyo, despertó tras 70 años de quietud, el 21 de diciembre de 1994. En ese día se produjo la primera emisión de ceniza que produjo inquietud entre la población y autoridades, por lo que algunos de los poblados más vulnerables en el flanco noreste tuvieron que ser desalojados de sus viviendas. Los registros indican que 30 mil personas fueron evacuadas.
La actividad del coloso se mantuvo y el 5 de marzo de 1996, se registró el inició un nuevo episodio de actividad con nuevas emisiones de ceniza comparables a las de diciembre de 1994. El 30 de junio de ese mismo año se registró una erupción a la que le siguieron una serie de sismos volcanotectónicos; además, se registraron 135 minutos continuos de tremor armónico, es decir, movimientos de un volcán por el paso de magma a varios kilómetros de profundidad. En aquella ocasión, se generó una columna de humo de ocho kilómetros por encima del volcán; además, se registró caída de ceniza volcánica en Puebla, Morelos, Estado de México y Ciudad de México.
En diciembre del año 2000, el volcán Popocatépetl comenzó una actividad intensa, la mayor registrada desde su despertar. El 15 de diciembre, la magnitud de las señales monitoreadas y la tasa tan alta de emisión de lava, que había emplazado el domo más grande observado en aquel episodio de actividad, motivó a que siendo presidente de México, Vicente Fox Quezada, la evacuación preventiva.
Fuente: Milenio