A Estados Unidos le preocupa que el brote exponencial de COVID-19 en China pueda generar nuevas mutaciones del virus SARS-CoV-2, ya que el país más poblado del mundo continúa lidiando con el impacto de la relajación de los protocolos ‘Cero COVID’ que habían mantenido a raya la pandemia.
“Cuando se trata del brote actual en China, queremos que se controle”, dijo el lunes el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en una sesión informativa.
“Sabemos que cada vez que el virus se propaga en la naturaleza, tiene el potencial de mutar y representar una amenaza para las personas en todas partes”, mencionó.
Las ciudades chinas están presenciando una ola de casos de COVID, y crece la preocupación de que el Gobierno pueda estar ocultando el verdadero número de víctimas del virus SARS-CoV-2 después de años de insistir en que el Partido Comunista había manejado el virus con más habilidad que Occidente. El lunes, la policía y los guardias de seguridad sacaron a los periodistas de un crematorio de Beijing.
En una declaración a Bloomberg News, el portavoz de la embajada estadounidense de China, Liu Pengyu, dijo que China ha adoptado “medidas de prevención y control científicas y precisas” para minimizar el impacto del virus en la población y la economía.
Liu agregó que China “sigue fortaleciendo el monitoreo del genoma de las variantes de Ómicron que circulan globalmente, importadas y locales”, así como la “evaluación oportuna de variantes emergentes para proporcionar una base científica para la optimización continua de las políticas de prevención y control”.
Fuente: El Financiero
