A pesar de que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) ha revelado que cada año ingresan unas 200 mil armas ilegales desde Estados Unidos a México, ambos países han logrado incautar poco más de mil artefactos de fuego en la frontera.
Una investigación con base en las estadísticas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), así como de las aduanas mexicanas, muestra que lo incautado representa 0.7 por ciento del volumen de arsenal que cruza el Río Bravo, en comparación con el tráfico ilegal estimado por la cancillería.
Hace unos días cerró el año fiscal estadunidense, el cual comprende los meses de octubre del año pasado hasta septiembre de 2022, mostrando que en sus puntos de revisión fronterizos incautaron 982 armas de fuego largas y cortas.
Mientras que en los estados fronterizos mexicanos, durante los mismos meses, se decomisaron 416 armas, la mayoría cortas, reportó vía transparencia la Agencia Nacional de Aduanas.
En total ambos países detectaron que el tráfico ilegal asegurado es de mil 398 armas. De acuerdo con los cálculos del gobierno mexicano, todos los días cruzan de forma ilegal 548 armas, pero las autoridades fronterizas sólo logran incautar cuatro artefactos de fuego cada 24 horas.
En tanto, la delincuencia organizada continúa utilizando armas fabricadas en Estados Unidos, las cuales pasaron primero por los puestos de revisión de CBP para después atravesar las aduanas mexicanas.
Este diario ha reportado que el tráfico se ha concentrado en armas como las Colt en tres distintas modalidades; las Barret, en dos modelos de distintos calibres; la tradicional Beretta, el rifle Smith and Wesson, la compacta Glock, el mini rifle de Ruger y las AK que fabrica Century International Arms.
Las estadísticas se revelan a unas semanas de que un juez estadunidense desestimó la demanda con la que el gobierno mexicano pretendía un resarcimiento del daño por el comercio negligente de armas desde Estados Unidos.
Fuente: Milenio
