Jesús Utrilla / NV Noticias
Adquirir una casa o un vehículo a crédito es más caro, luego que el Banco de México ajustara una vez más la tasa de interés de referencia.
Sin embargo, quienes ya habían contratado financiamientos a tasa fija no deben preocuparse, pues seguirán pagando conforme a lo establecido al inicio de su contrato, no así el crédito al consumo que tendrá un efecto fuerte.
Mauro Villalobos Villegas, presidente de la Comisión Fiscal de la Confederación Patronal de la República Mexicana, recordó que en 2021 la tasa de referencia se ubicaba al 4 por ciento y actualmente subió más del doble, pues a partir de septiembre surtió efecto el alza de 75 puntos bases de la tasa, para alcanzar 9.25 por ciento.
Ahora pedir prestado es más caro y repercute sobre todo en las tarjetas de crédito.
“Llevamos más del doble del crecimiento de la tasa y la gente tiene menos dinero para consumir. La tarjeta de crédito es el instrumento que tiene tasas variables, hay otros que se contratan como automotrices o hipotecarios pero están en una tasa que no se mueve y las personas seguirán pagando lo mismo”.
Este tipo de ajustes se realizan para incrementar el costo del dinero e inhibir el consumo. Al inhibir el consumo hay menos demanda y se detiene la escalada inflacionaria del país.
“Frena la inflación pero puede tener efectos colaterales bastantes fuertes. México está en una situación muy complicada. Por un lado el manejo de las políticas públicas internas y por otro lado la recesión económica a nivel mundial son una mezcla nada favorable”.
Inhibir la demanda de consumo disminuirá las ventas de las empresas y puede generar desempleo.
Recordó que el año pasado las tasas de créditos automotrices rondaban en el 11 o 12 por ciento, dependiendo de la financiera o marca y hoy día están entre 18 y hasta 20 por ciento, para los créditos nuevos. Los créditos ya contratados no sufrirán variación.