Una emergencia sanitaria está a punto de explotar en la Isla de Holbox, debido a la acumulación de más de 50 mil toneladas de basura en el Centro de Transferencia de Residuos Sólidos, mismo que ya había sido saneado por completo hace dos años.
Varios empresarios locales han denunciado que este sitio otra vez ha sido convertido en un tiradero a cielo abierto, en prejuicio del equilibrio ambiental, situación que fue constatada en un recorrido por este sitio.
La propia Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en un documento titulado “Tiraderos a cielo abierto dañan ambiente y salud humana”, detalla que desde la perspectiva ambiental y de salud pública, la disposición de residuos tiene, una relevancia fundamental.
Cuando no se recolectan pueden permanecer en los sitios de generación o diseminarse, con efectos negativos como: obstruir desagües y cursos de agua (con potenciales riesgos de inundaciones), contaminar los cuerpos de agua y los suelos, deteriorar el paisaje o convertirse en fuente de enfermedades potenciales a la población, entre otros.
l respecto, la bióloga Rebeca León Castro (cédula profesional 3249558), detalla que por la fragilidad del medio ambiente en una isla como Holbox, donde no solamente está en riesgo la contaminación por lixiviados al subsuelo, que indiscutiblemente llegará al manto acuífero y de ahí al mar; las plagas de roedores, carroñeros e insectos abundarán en perjuicio de los habitantes, afectando la salud pública.
Asimismo, hizo alusión a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos Sólidos (LGPGIR), que recomienda que en la legislación que expidan los gobiernos estatales sobre la generación, manejo y disposición final de residuos sólidos urbanos, establezcan para los generadores de residuos sólidos urbanos la prohibición de verter residuos en la vía pública, predios baldíos, barrancas, cañadas, ductos de drenaje y alcantarillado, cableado eléctrico o telefónico, de gas; en cuerpos de agua; cavidades subterráneas; áreas naturales protegidas y zonas de conservación ecológica; zonas rurales y lugares no autorizados por la legislación aplicable.
Fuente: Milenio