Ramón de la Peña
1. “Vivir no siempre es vida. Fíjate en tu vida. ¿Podrías decir que es una bendición?, ¿podrías decir que es un regalo, un obsequio de la existencia?, ¿te gustaría que te tocara esta vida una y otra vez?”. Efectivamente, la vida es más bella cuando la escribe uno mismo; el futuro no está creado aún, el futuro lo podemos crear con nuestros sueños, metas y proyectos. “Un Buda es un Buda, un Krishna es un Krishna, y tú eres tú. Y tú no eres de ninguna manera menos que los demás”, concluye Osho.
2. “En principio, no hay mucha diferencia entre una persona cobarde y una valiente”, asegura Osho. “La única diferencia es que el cobarde escucha sus miedos y se deja llevar por ellos, mientras que la persona valiente los aparta y continúa su camino. La persona valiente se adentra en lo desconocido a pesar de sus miedos… valentía es arriesgar lo conocido por lo desconocido, lo familiar por lo desconocido, lo cómodo por lo incomodo”.
3. “La vida no es un problema”, resalta Osho. “Si la consideras un problema, estás dando un paso equivocado. La vida es un misterio que tienes que vivir, amar y experimentar”. Al final de tu vida sólo tendrás lo que tenías al principio, más todas las buenas acciones que hiciste por y para tus semejantes. Efectivamente, “todo el oro del mundo no significa nada, lo que perdura son las buenas acciones que hacemos por nuestros semejantes”, tal y como lo dijo Adolfo Prieto.
4. “Un hombre se vuelve realmente hombre cuando acepta toda la responsabilidad, cuando se hace responsable de lo que es”, destaca Osho como un concepto importante en el camino a nuestra transformación personal. Cuando queremos evitarlo aplicamos continuamente la excusa de Adán -yo no fui, fue Eva-; le pasamos esa responsabilidad a alguien más: a la escuela, a los padres, al gobierno, a Dios. Y ante la pregunta de ¿por qué no actúas?, el irresponsable responde: “Soy impotente, soy una víctima, hay fuerzas superiores que me zarandean de un lado a otro y no puedo hacer nada”. Dice la sabiduría popular que “la libertad que engrandece, es la que se complementa con una buena dosis de responsabilidad”.
5. “La muerte se llevará tu cuerpo; antes de que se lo lleve, entrégaselo al amor. Serás despojado de todo lo que tienes en el momento de tu muerte, así que “antes de quedarte sin ello, ¿por qué no lo compartes?”. 6. “La mayoría de la gente muere aferrándose a la vida. No quiere morirse, y esto es comprensible si cuando llega el momento de la muerte se da cuenta de que no ha vivido”, asegura Osho como una meditación importante.
7. Osho concluye con un gran consejo: “Siempre que tengas oportunidad de elegir, recuerda, elige lo desconocido, lo peligroso, lo inseguro; y no te equivocarás”. Actuar de esa manera, a cualquiera le infundirá miedo; pero recuerde, estimado lector, que perder el miedo implica ante todo aceptar los miedos y hacerlos un poco de lado para poder actuar; así que decídase y actué. Si tiene por ahí algún sueño escondido que siempre ha querido realizar, hágalo. Si tiene por ahí algún deseo de cambiar de trabajo, algún proyecto escondido, algún interés en hacer algo distinto, hágalo.
Recuerden que la vida es muy breve para ser egoísta, para no intentar, para no cambiar. Y recuerden: una persona que no teme morir, es imposible obligarla a hacer algo, pero al mismo tiempo tiene el gran potencial de hacer cosas extraordinarias, sólo le faltaría decidirse y actuar.