Jesús Utrilla – NV Noticias
La puesta en marcha de la nueva aduana de Veracruz permitirá desahogar la carga y la modernización del comercio exterior. Aunque su operación inició esta semana, se prevé que su capacidad total se alcance de manera gradual durante los próximos meses, ya que primero deberá consolidarse la redistribución de mercancías entre las secciones sur y norte, así como la asignación de personal e infraestructura complementaria, señaló.
Marco Antonio Sansores Ramírez, presidente de la Asociación de Agentes Aduanales del Puerto de Veracruz.
Admitió que el inicio de actividades era un paso indispensable luego de años de espera. La operación inicial se estima en alrededor del 20 por ciento de su capacidad, debido a que algunas áreas aún están en proceso de asignación, como los espacios para mercancía refrigerada, además de que todavía llegarán nuevos elementos para reforzar el personal.
- “Las expectativas eran ponerla en marcha, el objetivo principal era que se inaugurara, que se aperturara, y esto va a empezar a desfogar la carga que hoy se encuentra en Bahía Norte. No se puede abrir de la noche a la mañana una aduana de ese tamaño, simplemente se van a ir abriendo por etapas”.
La coexistencia temporal con la aduana anterior permitirá una transición más ordenada mientras se rediseñan las rutas fiscales y se ajustan los tiempos de despacho.
La incorporación de tecnología también forma parte del cambio estructural. La aduana incluye carriles inteligentes que permiten validar información de manera electrónica y agilizar el paso de mercancías para empresas certificadas.
“Se cuentan con equipos para monitoreo inteligente. Hay carriles que ya no tienen una caseta física, algunas operaciones se hacen de forma automática a través de lectores. No elimina revisiones, pero procesa la operación sin requerir a una persona física, todo a través de tecnología y códigos”.
Según estimaciones del sector, será en el transcurso de 2026 cuando la nueva aduana opere al 100 por ciento siempre y cuando se complete la asignación de concesionarios, la habilitación de todos los andenes y la disponibilidad del personal requerido. El avance dependerá también del flujo real de mercancías y del uso eficiente de los horarios de operación, especialmente en momentos de mayor demanda.
