Jesús Utrilla / NV Noticias
El mercado del vino en México cerrará el año con una expansión notable tanto en producción como en consumo, impulsado por el crecimiento de la industria nacional. Datos del sector vitivinícola indican que el país ya rebasa los 300 productores distribuidos en más de 15 estados, un incremento que ha fortalecido no solo la oferta, sino también la presencia del vino mexicano en el mercado interno, donde seis de cada diez botellas consumidas son de origen nacional. Aunque las exportaciones avanzan hacia destinos como Estados Unidos, Canadá, Suiza y Bélgica, la mayor parte de la producción continúa colocándose dentro del país, donde la demanda se ha triplicado en los últimos 20 años.
Marcel Van Eyck, vicepresidente nacional de Canirac y responsable del enlace con la industria vitivinícola, señaló que el año ha sido complejo para el sector gastronómico y turístico, pero aun así se prevé un cierre positivo.
“Ha sido un periodo lleno de dificultades; venimos arrastrando temas económicos, de inseguridad y de baja en el turismo, pero aun con eso confiamos en un cierre sólido. A partir del 21 de noviembre comienza la temporada fuerte con posadas y eventos, y ahí es donde logramos recuperarnos”, expuso.
El crecimiento del gusto por el vino nacional ha permitido que nuevas regiones productoras comiencen a abrirse paso. Entidades que hace dos décadas no figuraban en el mapa hoy sorprenden a consumidores que descubren etiquetas provenientes de estados como Guanajuato, Puebla o San Luis Potosí. Los avances en calidad han sido determinantes para este impulso, ya que las bodegas mexicanas han logrado reconocimiento internacional con medallas en certámenes de alto prestigio.
“Hace dos décadas el consumo era de apenas 0.3 litros por persona y hoy ya supera un litro por habitante. Además, el 60% de lo que se bebe en México es vino mexicano. Cada año surgen vinícolas nuevas y la calidad ha mejorado de una manera impresionante, al punto de competir y ganar premios en diversos países”, afirmó.
