La Cámara de Representantes terminó ayer con el cierre de gobierno más largo de la historia de Estados Unidos, tras 43 días de un duro pulso político, al aprobar una nueva ley para financiar las actividades, la cual fue firmada anoche por el presidente Donald Trump.
El cierre gubernamental provocó cancelaciones de vuelos, el despido de miles de funcionarios, personas haciendo fila en bancos de alimentos para poder llevar comida a sus familias y un debate sobre la sanidad pública que ahora entra en un nuevo capítulo.
Los representantes aprobaron el miércoles por la noche por 222 votos a favor y 209 en contra una resolución legislativa proveniente del Senado, que la había votado el lunes (el martes fue feriado en Estados Unidos).
“Hoy mandamos un mensaje claro de que nunca nos someteremos a una extorsión”, dijo Trump ante la prensa, rodeado de legisladores republicanos. Al término de la votación en el Senado había calificado el proyecto de ley como una “gran victoria”.
A partir del 1º de octubre las funciones de la administración federal se paralizaron debido a la falta de recursos, ya que un día antes el gobierno agotó su presupuesto y una vez que se llega al límite de la deuda, se requiere una votación en el Congreso para ampliarlo y que el gobierno pueda seguir operando. Al término del primer trimestre de este año, Estados Unidos registró una deuda pública que rebasa 36 billones de dólares, lo que equivale a 120.8 por ciento de su producto interno bruto.
Fuente: La Jornada
