Trabajadores administrativos y operadores del Agrupamiento de Transporte en Apoyo a Pemex para combatir el huachicoleo, despedidos el pasado 30 de septiembre, exigieron a las autoridades federales la reinstalación en sus puestos de trabajo.
Los inconformes se manifestaron a espaldas de Palacio Nacional, en la esquina de Correo Mayor y Moneda, durante la conferencia mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, en demanda de que representantes del gobierno federal los atiendan, ya que afirmaron “fuimos despedidos de maneja injustificada, afectando a más de mil 800 familias”.
Oscar Nuñez Duarte, trabajador del Agrupamiento de Transportes en Apoyo a Pemex, señaló que la semana pasada la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) “nos avisó de manera imprevista que se terminaba la relación laboral con la empresa. Todos los operadores que estaban desplegados en la República repartiendo combustible, los bajaron de las pipas, tuvieron que regresarse por su cuenta, nadie fue por ellos”.
“Asimismo, todos los trabajadores administrativos, conocidos como gestores, que estaban en el Campo Militar número 1-A, los desalojaron”.
Recordó que en la administración del ex presidente Andrés Manuel López Obrador se puso en práctica una estrategia para combatir el llamado huachicol, pues el hurto de combustibles a Pemex significaba un “quebranto” importante para la empresa estatal. “El plan fue que a través de las pipas de Pemex se transportara el hidrocarburo a todo el país, de la terminal de abastecimiento a la de distribución, así lo estuvimos haciendo durante casi siete años”.
Por ello, reiteró que a las autoridades le exigen reinstalación en sus puestos de trabajo y que sea digno, basificación y seguro de vida, por mencionar algunos puntos de su pliego petitorio.
Indicó que alrededor de 600 pipas de Pemex quedaron “abandonadas en las terminales de abastecimiento que hay a nivel nacional, ya que a los operadores les quitaron las llaves de los vehículos. El último que salió de la Base Militar fue el 26 de septiembre y el 30 de la noche a la mañana nos despidieron”.
Fuente: La Jornada
