Todo parece indicar que para 2026, en México se proyecta un presupuesto histórico para el sector educativo, consolidando a la educación como uno de los ejes estratégicos del gobierno federal. El monto total, para toda la educación en su conjunto, supera ya los 1.1 billones de pesos, lo que representa un incremento del 7.1% en términos nominales y del 3.4% en términos reales respecto al año anterior.
Su distribución en Educación implica una universalidad completa, es decir, todos los niños de primaria y secundaria estarían becados, gracias a la Beca Rita Cetina.
Para el caso de la educación de bachillerato. Se invertirán más de 5 mil millones de pesos en infraestructura para abrir 50 mil nuevos espacios, incluyendo 20 nuevas preparatorias, 60 ampliaciones y 30 telebachilleratos.
El presupuesto para becas superará los 185 mil millones de pesos, beneficiando a 21.6 millones de estudiantes, desde primaria hasta universidad. Esto convierte al Programa de Becas en el programa social con mayor número de beneficiarios en el país.
Además, el programa La Escuela es Nuestra recibirá 26 mil millones de pesos, con el objetivo de intervenir en 75 mil escuelas de educación básica, priorizando zonas de alta marginación.
Caso aparte, hay que señalarlo es la educación superior, ya que, en la distribución del presupuesto, se han beneficiado las universidades del centro del país, en detrimento de las universidades estatales.
La educación superior, específicamente, las universidades públicas que recibirán un empuje significativo:
• UNAM: 53.7 mil millones de pesos
• IPN: 22.4 mil millones de pesos
• UAM: 10 mil millones de pesos
• Universidades para el Bienestar “Benito Juárez”: 3,100 millones de pesos
• Universidad Rosario Castellanos: 1,318 millones de pesos
Algo que no se ha señala, o por lo menos no se señaló por parte de la Secretaría de Educación Pública fue que las universidades estatales verán mermado su presupuesto en un 8.25, lo que ha desatado la lucha entre ellas por alcanzar una mejor presupuestación, y también ha desatado incertidumbre en el personal académico que ya se enfrentando un incremento en la matricula por petición del estado, y una baja considerable de su presupuesto para su operación eficiente y oportuna.
Para el ejercicio fiscal 2026, la Universidad Veracruzana (UV), desde hace dos semanas, solicitóque se le asigne el 4% del presupuesto total del Estado de Veracruz, en cumplimiento con lo establecido en el artículo 10 de la Constitución local. Acción que por diversos motivos se venía retrasando.
Si hacemos una comparativa podemos estimar que el presupuesto 2026 para la UV podría llegar a los 9000 millones de pesos. Debemos recordar que en este año la UV recibió aproximadamente 6,836 millones de pesos, de los cuales 3,600 millones provinieron del gobierno estatal y el resto de la federación.
El criterio que la federación normó el presupuesto de la UV radica en la posibilidad de recibir, según mandato constitucional el 4% del presupuesto total del estado de Veracruz. El rector ha iniciado contactos con el gobierno estatal y reiterado que la universidad hará valer su autonomía financiera, y confía en que la nueva administración estatal encabezada por Rocío Nahle García respetará este compromiso.
La Universidad Veracruzana (UV) ha sido, por décadas, el corazón intelectual y cultural del estado. Con una comunidad universitaria de 100 mil integrantes, presencia en cinco regiones y una oferta académica diversa, su impacto trasciende las aulas, tiene alcances no solo profesionales, sino sociales y culturales.
La disputa por el famoso 4% del presupuesto estatal, no es una petición es una exigencia que cobra fuerza ante los desafíos crecientes: mejora de su infraestructura, baja investigación en ciertas áreas, ampliación de la matricula y estudiantes que enfrentan dificultades económicas y culturales para continuar sus estudios.
Si la Gobernadora quiere labrar por el futuro de Veracruz debería financiar con lo que constitucionalmente conviene para la Universidad y el estado de Veracruz.
