En un discurso este lunes a la nación, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, acusó a EE.UU. de aplicar “una política de asfixia económica” con el objetivo de provocar “estallidos sociales en el país”.
Tras las protestas del domingo, en una transmisión en directo en la televisión, el presidente aseguró que “se han tratado de imponer acciones para desacreditar al Gobierno y la Revolución y fracturar la unidad del pueblo”.
Acompañado por parte de su gobierno, Díaz-Canel dijo que “cualquier señalamiento de la población será valorada”, mientras reiteró que la nación sufre “una política cruel y agresiva de persecución” recrudecida durante el gobierno del expresidente Donald Trump.
Un política -continuó- que atentó también contra “la compra de combustible y de los componentes necesarios para que el sistema energético nacional” hiciese frente a la demanda.
En ese sentido, el ministro de Energía y Minas, Liván Arronte Cruz, afirmó que se está trabajando en los problemas del sistema eléctrico nacional afectado por “un escenario extremadamente tenso que ha vivido el país” y “recrudecido en la última etapa” con los bloqueos de EE.UU..
“Las limitaciones financieras y de crédito del país para reparar las termoeléctricas han estado muy marcadas por el bloqueo, así como los problemas en el acceso a los combustibles”, subrayó el ministro.
Estos “apagones” fueron unos de las quejas durante las protestas del domingo y el ministro aclaró que “en los próximos días deben disminuir las afectaciones al servicio”.
La situación de salud pública en Cuba, en medio de la crisis por el coronavirus, se ha visto agravada por el bloqueo económico impuesto desde hace décadas por EE.UU., que se ha recrudecido en los últimos años, lo que ha provocado cortes del suministro eléctrico y ha dificultado el acceso a medicamentos, insumos para la producción de vacunas.
Fuente: RT