Veracruz, Ver. – La materia civil es una de las ramas más complejas y sensibles del derecho, ya que regula las relaciones más íntimas entre las personas, desde contratos hasta temas familiares como custodia de menores y pensiones alimenticias. Josué Rodolfo Beristáin Cruz, candidato a magistrado de circuito en esta materia, aseguró que este ámbito legal ha evolucionado hacia una perspectiva más centrada en los derechos humanos.
La materia civil no es lo que era hace años. Hoy no se trata solo de aplicar normas frías. Ahora se juzga con enfoque constitucional y con sensibilidad ante temas como la violencia de género, el modelo de discapacidad o la protección de la niñez,explicó.
“La materia civil es la base de todas las materias. Por ejemplo, el tema de los intereses, la corte dice, no, espérate, no es un tema de si lo combino o no, es un tema de que un interés tan alto puede generar algo que está prohibido, que es la explotación entre las personas. Entonces, dale un enfoque de derechos humanos y lo vamos cambiando. Esos son los temas que abarca la materia civil”.
Casos como intereses abusivos en contratos o regímenes de convivencia de menores son abordados hoy bajo principios de equidad y justicia social. Beristáin Cruz dijo que esta transformación no solo responde a mandatos internacionales y jurisprudencia, sino también a una mayor exigencia ciudadana por una justicia más humana.
“Básicamente la materia civil ve las relaciones entre personas en términos generales, tanto en aspectos como contratos de arrendamiento, compra-venta y en un punto que me parece que es de los más sensibles, relaciones familiares. Entonces, guarda y custodia, regímenes de convivencia, pensiones alimenticias, pensiones compensatorias, compensación de bienes, todo lo que tiene que ver con el modelo social de discapacidad, por supuesto de manera transversal la perspectiva de género, también vemos aspectos mercantiles como pagarés, como contratos de préstamo, todo también lo que tiene que ver con la regulación de las instituciones bancarias, entre otros”.
El objetivo es que la justicia cotidiana, esa que toca directamente a las familias y personas, esté al servicio del bien común, sin perder la rigurosidad legal pero siempre considerando la dignidad de quienes acuden a los tribunales.
