Luego del arranque de la campaña de vacunación combinada contra COVID-19 e influenza en todo el país, López Obrador puso el ejemplo y recibió una dosis de cada una, la primera de Abdala, en Palacio Nacional.
“Ni se sintió nada”, dijo después de su aplicación y se levantó para ceder el lugar al secretario de Salud, Jorge Alcocer, quien también fue inoculado.
El mandatario acusó desinformación de mala fe en contra de la vacuna cubana y de Sputnik. Pidió a la población no dejarse confundir, ya que todos los biológicos que se aplican pasan por pruebas de calidad.
Aún así, indicó que las personas que tengan prejuicios hacia estas vacunas, pueden recurrir a otras. Para ello, confía en que la Cofepris pueda autorizar otras marcas, como Pfizer y Moderna, para que sean comercializadas en el mercado privado durante la temporada invernal.
Fuente: El Financiero
