El fenómeno ovni aterrizó en el Congreso Mexicano junto con dos cuerpos “no humanos”. La noticia causó revuelo y cruzó el mundo a gran velocidad.
Y es que durante una audiencia pública, organizada por un legislador mexicano y encabezada por el ufólogo Jaime Maussan, se presentaron los resultados de supuestos análisis forenses y genéticos realizados a los cuerpos “no humanos” los cuales confirmarían que se trata de seres aún no identificados.
Sin embargo, las extraordinarias explicaciones expuestas desde la Cámara de Diputados ya fueron desmentidas. De hecho, no hace falta pensar en vida fuera de la tierra para conocer la verdad detrás de los cuerpos “no humanos”.
¿De dónde son?
Los seres presentados el pasado 12 de septiembre dentro de cajas fueron recuperados en 2017 dentro de una mina de diatomea ubicada entre Palpa y Nasca, Perú, según explicó Jaime Maussan.
“Son cuerpos desecados que han sido investigados profundamente tanto por periodistas como por científicos”, declaró el ufólogo.
Al respecto, la ministra de Cultura de Perú, Leslie Urteaga, emitió un pronunciamiento en el que afirmó que no se ha confirmado hallazgo alguno de cuerpos “no humanos” en territorio peruano.
Sin embargo, adelantó que lo que sí existe es una denuncia penal contra los responsables de haber extraído del país restos óseos prehispánicos que han sido asociados con el tema extraterrestre.
Cabe señalar que las declaraciones emitidas este 2023 encuentran su origen casi ocho antes, en 2016, año en el que se dio a conocer el hallazgo de las “momias reptiles de Nasca“.
La noticia acaparó la atención pública rápidamente, alcanzando al World Committee on Mummy Studies mismo que emitió un comunicado para desmentir las teorías y especulaciones que habían surgido alrededor del tema, asegurando que se trataba de una campaña de desinformación y no de seres de otro planeta:
“Los testimonios e imágenes publicados permiten aseverar que estos hallazgos corresponden, sin duda alguna, a restos humanos precolombinos (Patrimonio Cultural de la Nación) maliciosamente manipulados y hasta mutilados para obtener apariencia ‘a doc’ para su explotación comercial”, se lee en una publicación realizada en julio de 2017.
Fuente: Milenio