Moisés Hernández Yoldi
El 1 de octubre de 2024 marcará un hito histórico para México: por primera vez, una mujer asumirá la presidencia del país. Claudia Sheinbaum, científica y ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México, tomará posesión en medio de una gran expectativa, pero también de desafíos monumentales.
El fin de la era de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no solo significa un cambio de liderazgo, sino el cierre de un ciclo político que ha dominado la vida pública mexicana en los últimos seis años.
Los Retos Heredados
Claudia Sheinbaum asume el cargo con un panorama complejo, producto tanto de las políticas implementadas por su antecesor como de las tensiones globales. El principal desafío que enfrentará es, sin duda, el control de la violencia. México ha sido azotado por altos índices de criminalidad, con un promedio de 30 mil homicidios anuales, muchos de ellos atribuidos a los cárteles de la droga.
A pesar de los esfuerzos de López Obrador con su estrategia de “abrazos, no balazos”, la violencia no ha disminuido de manera significativa, y Sheinbaum deberá encontrar un equilibrio entre combatir al crimen organizado y evitar una mayor militarización del país.
En este contexto, el analista Javier Tello ha señalado que Sheinbaum “tendrá que implementar una nueva estrategia de seguridad que combine la inteligencia con la inversión social, pero sin caer en los errores del pasado que privilegiaron el uso de la fuerza”.
Además, medios como Forbes han advertido que el reto más inmediato será restablecer la confianza en las instituciones de seguridad y justicia, dado que muchos mexicanos consideran que las políticas de AMLO han sido ineficaces en este ámbito.
Economía en Alerta
El segundo gran reto será la economía. Aunque México ha mostrado señales de recuperación tras los estragos de la pandemia, los expertos advierten sobre la posibilidad de una desaceleración económica. Un informe de la OCDE señala que el crecimiento proyectado para el próximo año es de apenas un 1.8%, lo cual plantea serios problemas para un país con altos niveles de pobreza y desigualdad.
Además, Sheinbaum deberá gestionar un clima de incertidumbre global, con la guerra en Ucrania y el impacto que esto puede tener en los mercados internacionales.
El New York Times recientemente publicó un análisis en el que destacó que “Sheinbaum tiene una oportunidad única para fortalecer la economía mexicana a través de una mayor integración con Estados Unidos, pero deberá ser cuidadosa en cómo equilibra esto con las políticas internas de bienestar social promovidas por AMLO”.
Los inversionistas estarán atentos a su manejo de las grandes obras de infraestructura, como el Tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles, que han sido fuertemente criticadas por su sobrecosto y falta de viabilidad.
Salud y Justicia: Dos Pendientes Urgentes
Otro desafío inmediato será la reconstrucción del sistema de salud, que ha sufrido un desgaste considerable. Durante la pandemia, la administración de López Obrador fue duramente criticada por su respuesta lenta y la falta de inversión en infraestructura hospitalaria. El País ha señalado que “la nueva presidenta tendrá que lidiar con un sistema de salud en crisis, donde el desabasto de medicamentos y la falta de personal calificado son problemas endémicos”.
Sheinbaum ha prometido fortalecer el sistema de salud pública, pero queda por ver cómo lo logrará sin comprometer los recursos que ya están asignados a otros proyectos prioritarios.
Además, la reforma judicial es otra gran prueba. México necesita modernizar su sistema de justicia para hacerlo más eficiente y menos corrupto. Organizaciones internacionales como Human Rights Watch han advertido que “sin una verdadera reforma judicial, el combate a la impunidad será una tarea titánica”.
Sheinbaum hereda una Procuraduría y un sistema judicial que muchos consideran obsoletos y sin capacidad real para procesar casos de gran relevancia, como la desaparición forzada de personas y los feminicidios.
El Fantasma de AMLO
Por último, Sheinbaum tendrá que gobernar bajo la larga sombra de AMLO, su mentor político y el líder indiscutible de Morena. Aunque López Obrador ha declarado que se retirará a su finca en Palenque para disfrutar de un “retiro pacífico”, su influencia dentro del partido y su base electoral será difícil de ignorar.
La BBC ha advertido que “Sheinbaum podría verse presionada por las expectativas de mantener el proyecto político de la Cuarta Transformación, mientras intenta imponer su propio estilo de gobierno”. La capacidad de Sheinbaum para tomar decisiones autónomas y no depender de la influencia de su predecesor será crucial para su éxito.
Un Camino de Retos y Esperanzas
Claudia Sheinbaum enfrenta, sin duda, un panorama lleno de obstáculos. Sin embargo, su liderazgo también representa una oportunidad para avanzar en la agenda social, económica y de derechos humanos que México tanto necesita. Organismos como Amnistía Internacional han resaltado la importancia de que su gobierno promueva la equidad de género, algo que ha sido parte central de su discurso político.
Como primera presidenta, Sheinbaum tiene el peso de la historia sobre sus hombros, pero también la posibilidad de cambiarla. En los próximos meses, veremos si logra sobrepasar los desafíos que tiene enfrente y trazar un nuevo rumbo para México, uno que le permita superar las divisiones y enfrentar los retos del futuro con una visión más inclusiva y moderna.
La hora de Claudia Sheinbaum ha llegado. Y con ella, las expectativas de un México que mira hacia el futuro, con esperanza, pero también con cautela.